domingo, noviembre 12, 2006

Esos días en que es mejor no levantarse.

Mis apreciados lectores y lectoras, tengo algo que preguntarles:

¿Les ha pasado que despiertan una mañana cualquiera y en cuanto abren los ojos los invade un inexplicable positivismo, un entusiasmo desbordante, unas ganas irrefrenables, una seguridad en sí mismos sin parangón, una confianza irrefutable, una autoestima por los cielos?

¿Les ha pasado que recién levantados de la cama se asoman a la ventana y ven un día brillante, luminoso, maravilloso y en medio de una gran sonrisa están seguros de que va a ser un día genial?

¿Acaso alguna vez les ha pasado qué, como el papá de Mafalda, después de una afeitada perfecta, una ducha refrescante, un desayuno sensacional y un café estupendo, abren la puerta dispuestos a comerse el mundo?

¿Les ha pasado? En serio, ¿En alguna ocasión les ha pasado eso?

Pues si ya les ha pasado sabrán a lo que me refiero, y si no les ha pasado, tengo una seria y muy grave advertencia. Tengan la mas absoluta de las certezas de que ese día el destino, la fortuna, la suerte, el horóscopo, los oráculos, los astros, los planetas, el azar, todos esos cerotes se han puesto de acuerdo para confabular y conspirar en nuestra contra. Ese día llevaremos pintada en la cara una lacónica orden… “Chinguen a este mula hoy”, un dedo que nos señala y un letrero luminoso que dice “a este cerote muchá, chinguen a este…”

Y como la gente es muy obediente, lo hará. Como cuando los animales sienten el miedo y atacan, lo mismo, solo que en este caso serán otras personas las que percibirán que estamos destinados a que nos importunen, nos fastidien, nos metan en líos, nos revienten las pelotas con tanta estupidez acumulada en los seres humanos. Y va a dar lo mismo hagamos lo que hagamos, ese día será cagadal tras cagadal. Como dijo Murphy, el de las leyes, ese día si algo puede salir mal, va a salir no solo mal, sino peor. O algo por el estilo.

Van a encontrar el carro con una llanta pinchada o habrá algún pleito con el transporte público, van a llegar tarde al trabajo el único día del año que no podían permitírselo. Más de algo importante van a olvidar. El almuerzo les va a caer mal y cuidado si no terminan con diarrea. Algún animal del trabajo les va a quitar valiosísimo tiempo con alguna estupidez. Van a ser aguaceros cuando salgan de trabajar, la atrancasón será monumental, se enterarán que la novia los engaña o en el mejor de los casos solo los manda a freír monas.

Ese día los van a seguir los huecos, los va a parar la policía, los va a mear un chucho, los va a cagar un pájaro, los va a vomitar un bolo, en fin, ustedes comprenden el panorama.

Por eso, cuando despierten con esa vigorizante sensación, sospechen. No es normal. Ustedes se preguntarán, ¿hay antídoto? Sí, si lo hay. Levantarse lo más cínicos que puedan, con cara de perro, dispuestos a no aguantarle la más mínima mierda a nadie. Sí, de acuerdo, todos tienen una historia que contar, pero que vayan a buscar otro imbécil a quien contársela. Si tienen algo de música, realista y mejor si oscura, pónganla ese día, se los recomiendo. Es que eso es otra cosa, porque por ejemplo el cantante este Torres y su color esperanza, muchá, toda esa buena vibra y buen rollo, y positivismo y risitas y mierdas, mi sombrero, allí algo raro hay, ese cerote algo sabe que no nos han dicho, porque insisto en que no es normal. Prefiero como diría Sabina “Devuélvame mi odio y mi pasión doctor, hágame caso. Quiero volver a ser aquel payaso, con alas en los pies.” (Salud, Pirata).

Y aprovechando que hoy es un post de lo mas intransigente e intolerante, me uno y hago eco a la interrogante que hace unas semanas lanzara al aire el internacional Rafael en el Muladar: ¿Por qué putas en Guatemala hay tanto negocio pisado que se llama Eben-Ezer, como si la gente no tuviera imaginación para buscar otro nombre?

Salud!!!!!!!

lunes, noviembre 06, 2006

De Bodas y espectáculos similares...

El fin de semana pasado asistí a la celebración de un enlace matrimonial entre dos contrayentes plenos de ilusión, inmersos en un mundo de sueños, amor, esperanza en el futuro y felices hasta los huevos por dar tan importante paso. La Iglesia adornada como si la unión la fuera a celebrar el Papa en persona, un Roll Royce en la puerta, la novia preciosa eso sí, el cuate con un traje que se veía más caro que mi carro, todos los invitados de pipa y guante. En el hotel donde fue la fiesta, hay un lago artificial inmenso, y en los jardines fue la recepción, carpas blancas, una barca con velas encendidas flotaba en el lago, la orquesta, antorchas, arreglos florales, un fotógrafo en la entrada para retratar a todos los invitados, un área de chill-in, el área principal y un área de chill-out, el banquete espectacular, comida japonesa, comida italiana, comida venezolana, mesas de jamones y quesos, alcohol para llenar el lago vecino, y todo lo que se puedan imaginar.

Pero con todo eso, a sido la boda mas aburrida a la que he asistido. Bueno, reconozco que me receté mis buenos vinos y comí con ahínco, esfuerzo y dedicación, además de que andaba viendo si me conectaba a una que estaba en la misma mesa, pero a pesar de todo, no deja de ser la boda mas aburrida en la que he estado. Por la gran puta, si hubieran visto lo superficial, lo falso, lo vanidoso, es que daban ganas de darle un gran morongazo a cada uno y salir corriendo de allí.

Pero bueno, tuve suficiente tiempo para divagar sobre las otras bodas a las que he ido, y me siento orgulloso de haber estado en verdaderos derroches de felicidad. Imaginen ustedes qué voy a cambiar yo una boda caqueraza pero capaz de aburrir a las ostras, por un casamiento típico chapín, donde truena la marimba toda la noche, donde se cena tamalito de coche, donde se baila sobre pino regado por todo el salón, donde las botellas son de Venado y los invitados son auténticos. No muchá, ni loco, a ciegas elijo la boda chapina.

Y no solo por las costumbres, es que los invitados en realidad engalanan el evento. Me acuerdo de un casamiento al que fui, a mí me pareció raro al principio, pero después me contaron que las familias de los novios no se podían ni ver. La fiesta fue avanzando, las botellas fueron pasando, la música fue sonando hasta que lo que sonó fueron los pijazos, aquello se convirtió en un verdadero circo romano y empezaron a volar platos, floreros, cubiertos y todo lo que estaba a mano. La pista de baile la ocupó una turba enardecida en plena batalla campal, pero lo mejor de la noche lo obsequió una señora que en el más puro estilo de lucha libre, se hizo con una silla, la blandió por sobre su cabeza como objeto contundente y descargó tremendo talegazo en la espalda de uno de los combatientes. Le tronó el lomo al pobre compadre, aunque eso sirvió de campanazo final y después hasta se tomaron unos tragos todos juntos. De todas formas por aquello de los pleitos ajenos, en cuanto empezó el alboroto, precavido que soy, agarré mi trago y me pegué a la pared mas cercana para no perderme detalle y no recibir un mi pijazito mal intencionado.

Y vieran que me ha tocado ir a varios casamientos en el oriente del país. Había uno donde abundaba el licor, puro Venado en presentación media botella. El cuate que llevaba las medias botellas a cada mesa como que por cada una que servía se tomaba un su cerotazo porque a media fiesta ya estaba mas para allá que para acá. Ya en el clímax de la parranda y con los mariachis sonando dos individuos amigos míos tuvieron la genial idea de apostar a ver cual de los dos se tomaba media botella de ron directo de la botella más rápido que el otro. Los resultados no fueron tan geniales como la idea, pero decoraron el suelo del salón de una forma, digamos, anecdótico-vomitiva.

En otro casamiento también en oriente, allá “por ´onde yo”, ya en el after-party, es decir, siguiendo la borrachera en la tienda del pueblo después de que se terminó la fiesta. La cosa es que de pronto un amigo se sentó a mi lado, me habló un rato de lo bien que le caía mi papá que por aquel entonces recién había fallecido, nos tomamos un trago por eso y de repente, mientras aparentemente veía la botella, me dijo: “Compa, ¿me da permiso de que le pegue un buen socón a esa mierda?”, yo, seguro que se refería a tomarse un buen trago directo de la botella, le dije sin titubear que sí, que por supuesto podía darle el “buen socón a esa mierda”. Cual no sería mi sorpresa cuando “la mierda” a la que se refería era tremenda pistola que se sacó de la cintura y que después de asomarse a la ventana descargó casi por completo al aire, acompañando cada disparo con auténticos alaridos rancheros. Yo, con los oídos pitando y todavía sorprendido de los estallidos, me limité a decirle “Salud!” y me levanté para ir a buscar algo mas que tomar.

En la boda del primo me perdí casi 3 horas de la fiesta porque en la esquina hubo un choque de carros en el que se vio involucrado mi hermano y tuve que salir a manipular un poco la situación. En la boda del Oliver apostamos con el Christian a ver quien podía decir más canciones de Iron Maiden y The Beatles, sin repetir y sin inventar. En la boda del Mario, la primera, casi volteamos una banca de la iglesia por estarnos meciendo mientras el Lev decía a todo pulmón “Fuuuuck”, a media misa. En la otra boda del Mario no me acuerdo que pasara nada raro. En la boda del otro Christian, un mi cuate pasó frente a la iglesia durante la misa, uno de mis tíos que estaba afuera le dijo que me casaba yo y aquel me fue a buscar a la casa a ver si era cierto. Y una boda que ni me acuerdo de quien fue, cuando era niño, que me toco hacerla de Paje, o mejor dicho de maje, porque me pusieron un mi traje y me tocó caminar delante de la novia con una almohadita y los anillos, eso no se hace señores, es abuso infantil, y claro, como uno a esa edad no tiene mucha voz de protesta, pues le toca aguantarse y hacerlo.

Esos son solo algunos de los ejemplos que se me ocurrieron, pero díganme ustedes si no suenan mas interesantes estas bodas. Porque en la del fin de semana pasado en la mesa de la par estaba el Excelentísimo Embajador de no se donde, mas allá un Ministro de Estado, y por el otro lado un Gran Empresario, pero ni el Embajador cantó El Rey, ni el Empresario hizo disparos al aire, ni el Ministro de Estado bailó el “Jugo de Piña”. (El jugo de piña va por cortesía del Batfink). Cuéntenme alguna anécdota casamentera pues.

jueves, noviembre 02, 2006

La tienda de la cuadra.

Yo creo que todos hemos disfrutado de la tienda de la cuadra o en caso extremo la del barrio. Había una en mi cuadra que siendo yo chavito me parecía inmensa, como saturada de mil y un productos cual de ellos mas llamativo. Claro, era cuestión de perspectiva porque la tienda aun existe pero a mi ya no me parece tan grande, aunque reconozco que me sigue atrayendo, cada vez que voy a casa me cruzo la calle y voy a comprar alguna chuchería.

Bueno, la cosa es que hace unos post, alguien me ofreció una bolsa de elotitos y comentábamos con mi amiga Filistea distintas formas de ingerir estos suculentos aperitivos. En honor a dichos comentarios, se me ocurrió pensar en qué compraría a mediados de los 80´s un niño de 8 años armado con una Visa Oro en la tienda de la cuadra.

Por supuesto que empezaría pidiendo toda la tira disponible de bolsitas de Elotitos, para acompañar un suculento par de franceses con frijoles colados, o unas tortillas recién sacadas del comal. Después pediría todos los Picarones que hubieran, y junto con ellos los Nachos, los Palitos y todas las variedades de Tortrix disponibles, normales, con chile, con chicharrón (mis favoritos), con queso y unos con limón que fueron buenísimos. Seguiría con los Anillitos de Papa y las Papalinas Carimba, Arrocitos Chinos, Tocinitos y Quesitos. También pediría los Tronitos, que aunque eran dulces siempre estaban entre las demás boquitas. Los Tos-Tis y las bolsitas de Alboroto. Los Arrocitos dulces, las Cerecitas. No se me pueden olvidar los Nachos Picantes. Y para los amigos porque estos a mí nunca me gustaron, los Ricitos, las Cebollitas, las Tortillitas, y las Bolitas de Queso.

Después pediría todo el canasto de pan, sobre todo si estaba recién llevado por el panadero, que cuando entraba dejaba un olor a pan caliente que aun puedo sentirlo. Especialmente por el pan de manteca, las champurradas, los cachitos, los redondos, los royales, las hojaldras. Las tiras de franceses pero sin las esquinas, el pan-galleta y los pirujitos.

Después arrasaría con el mostrador de los dulces. Las galletas Pic-Nic, las galletas Chiquí (¿que habrá sido del par de mulitas que salían en el anuncio? por arriba, por abajo…), las spunch. No se pueden olvidar los Nougats de vainilla y de fresa con pedacitos de fruta cristalizada, los de vainilla con pedacitos de manía. Unos pastelitos Twinkies, los Pollito-Winnie, los Cofrecitos Winnie de fresa que eran buenísimos. Las Botonetas, los Quiebradientes Toffie, los chocolates Crispín, los Granada con arrocitos y para cerrar los chocolates con un broche de oro los cuatro mejores, los Popeye, los Polo, el chocolate Diablo y los Guayabitas, que los dejaron de vender por mi casa hace muchos años pero después descubrí que los estaban vendiendo en las piñaterías de la zona 1 y fue a comprar dos bolsas gigantes, jajaja. No hay que olvidar los Gajitos Sharp, las Gomitas Diana y los espectaculares chicles BubbleGum, Bazooka, Adams, Corvis, Fragans y Romy Cardamomo.

Pero como ya me dio sed, hay que pedir los Cuquitos, los Chatos, los Refrescos La Palma y los Sipis. De las aguas gaseosas, la mejor gaseosa de naranja del universo, La Naranjita, que hasta tenía el poder de hacer caminar un robot en el anuncio, aunque a mi no me funcionó cuando le eché toda una Naranjita a un radio-robot que me regalaron, es mas, no solo no caminó el cerote sino que dejó de funcionar el radio, a saber porque sería. Las BubbleUp, Squirt, Lift, Nesbbit, Grappette, Lemon Crush y el mejor refresco embotellado sin gas, Delaware Punch (igual, hubieron años que no vi esta última agua, aunque saltaba de la alegría cuando vi que la estaban vendiendo en doble litro en algunos supermercados). Pero como las bebidas en polvo no pueden faltar, el clásico Tang, los increíbles Toki y Fresqui-Top y unos botes de Imperial de Guanaba y Rosa de Jamaica, cosa que me lleva a las botellas de concentrado para fresco B&B, con esa horchatona mágica, tamarindo y mora. Yo realizado cuando al llegar al colegio destapaba mi cantimplora y estaba llena con horchata B&B.

Ah, y casi se me olvida, las pelotas plásticas para chamusquear en la calle y unos barriletes para las vacaciones.

Bueno, yo creo que con eso ya hubiera topado el crédito, jajaja. Ahora les toca a ustedes recordarme los que haya podido pasar por alto. Buen provecho.

sábado, octubre 28, 2006

Elvis tuvo casa en Guatemala!!


Danny's Marisco Rock. La casa de Elvis en Guatemala.

Por estos días debería estar cumpliendo un aniversario más este gran lugar, donde pasé tardes memorables en compañía de la familia, de grandes amigos y amigas y una que otra chica-amor-imposible. Si la memoria no me falla el 28 de octubre Danny's Marisco Rock, The House of Elvis in Guatemala, debería estar cumpliendo 19 años. El sitio ya no existe, según me contaron. Pero bueno, nada dura para siempre y como lo bebido y lo comido es lo seguro, pues de eso nos quedó bastante.

Empezamos a ir a Danny's por sugerencia del gran Lev Andropov, hasta que lo hicimos una parada obligatoria de cada sábado, ir a almorzar allí y tomarnos unas cuantas cervecitas, todo eso con muy buena música en vivo.

Una tarde cualquiera en Danny's empezaba a eso de las 2 de la tarde, con la banda del lugar tocando éxitos del pasado, desde Santana, hasta Queen, pasando por Los Iracundos y Ben E. King, jajaja, así de versátiles eran. Obligatorio El Extraño del Pelo Largo, MoonFlower, Europa, Crazy little thing call love, Ayer tuve un sueño, y muchas otras canciones. A eso de las 3 de la tarde daba inicio la presentación del legendario Danny.

Se llenaba de humo el escenario y sonaba la característica fanfarrea que precedía la presencia del Rey en escena. El mismísimo Danny hacía su entrada triunfal al escenario, entre gritos y aplausos de la concurrencia. De inmediato sonaba CC Rider, canción animada donde las haya. De allí en adelante la tarde era una sucesión de auténticos éxitos, siempre y cuando hubieran sido interpretados en algún momento por el Rey, esa era la condición.

Blue sued shoes. Love me tender, gran canción de amor. My Way, no necesita comentarse. It’s now or never, la versión del Rey del O sole mio. The Jailhouse Rock, una leyenda. Are you lonesome tonight, una balada muy buena. Hound Dog, The Heart Break Hotel, una de las preferidas de los clientes, sobre todo por los recuerdos del km 13.5 carretera Roosevelt decía el Danny.

Entre las favoritas y mas pedidas estaban The wonder of you, una canción preciosa. Burning Love, canción con mucha energía. Una versión personalizada de Lucille, muy del lugar. Por supuesto infaltable Runaway, del gran Del Shannon, una de las tres primeras de mi lista. El clímax de la presentación se alcanzaba con Hey Jude y Suspicious Mind, ambas canciones tan buenas que es imposible describirlas.

La versión de Lucille decía: “Muy temprano en la mañana a Lucila me encontré, me dijo “Comé Mierda” y solito me quedé”. Por lo general a la mesa que mas animada cantara esta parte del coro el Danny le regalaba una botella o una cubeta de cerveza. Era también costumbre que a lo largo del show regalaran tequilas y que el público participara con los coros sobre todo en Suspicious Mind, en la parte de “because I love you to much baby”. Los músicos muy buenos, el gran Raúl Maquín en la guitarra, tocándola en la espalda a ratos, con los dientes en otros.

Con el Primo del alma y el gran Lev Andropov no se cuantas veces salimos de allí auténticamente coquetos, pero eso sí, después de pasarlo de lo mejor. Con mi hermana, con la Laurita, con un montón de gente. Fui un par de veces con mi papá, pues compartíamos mucho el gusto por la música.

Anécdotas del lugar tenemos innumerables, como cuando el Luis Pedro salió tan hasta las trancas que quería torear carros en la Av. Las Américas, o cuando en efecto nos regalaron una cubeta de cerveza por cantar el coro de Lucille mas fuerte que las otras mesas. A veces nos subíamos en las sillas a bailar con alguna canción, a veces el Danny se iba directo a nuestra mesa con el micrófono, etc. Allí celebramos finales de la universidad, allí vimos el mundial de Francia, allí homenajeamos al recordado George Harrison un día después de su muerte con la improvisación de Something, allí festejábamos los cumpleaños, los noviazgos, los aniversarios de lo que fuera y también nos tragábamos los desengaños, las roturas, una que otra despedida incluida la mía y en resumen utilizábamos cualquier excusa para ir.

Conocimos gente y más gente. Una vez casi le entramos a las trompadas y las manadas con un mulita que se pasó de tragos y estaba conflictivo, pero como éramos VIP de la casa lo sacaron a él. Otra vez me llamó una amiga para preguntarme si íbamos a estar allí porque quería llegar con un su pretendiente y me explicó que sospechaba que ese día se le iba a declarar y como no quería que lo hiciera, para no estar solos iban a ir a Danny's y por “casualidad” se iban a encontrar con nosotros. El pretendiente de mi amiga salió chulo de la papalina ese día, y cabe aclarar que a pesar de los intentos de aquella, al tiempo de eso se terminaron casando. Muchas veces salimos de Danny's directo a seguirla a Blue Moon, o a Rock Teens, o a cualquier otro lugar donde hubiera rock y alcohol. Eran otros tiempos y nosotros casi éramos otras personas.

Vaya desde aquí un gran saludo al gran Danny Tracktemberg, el Elvis de Guatemala y un recuerdo a uno de los lugares más parranderos que ha tenido nuestra tierra. Y para terminar, dos de las cosas que el mismísimo Danny diría.

1: “Elvis no ha muerto, se fue a Guatemala a vender ceviches en la Avenida de las Américas”.

2: “¡Que Dios me los mantenga por el camino del vicio y la diversión!”.

En la foto de abajo, con el primo para celebrar mi cumpleaños del 2001.


Actualización Fotográfica: El primo insiste en que ponga la siguiente foto. Aclaro que en esta siguiente foto no estoy yo, porque sin camisa hubiera sido un pegue que tururu, jajaja, sobre todo con mi devastador físico y mi arrolladora sonrisa, ajajaja. Salud!!!

viernes, octubre 20, 2006

Quiero una torreja de Santo Domingo!!!

Muchá, no se imaginan el antojo que tengo de comerme una torreja de la feria en las afueras del templo de Santo Domingo. La verdad es que en mi casa no era Octubre si no íbamos de visita a Santo Domingo, a presentar nuestros respetos y decir nuestras plegarias a la Virgen del Rosario.

Ahora que lo pienso, Octubre era un mes de muchas tradiciones cuando yo era niño. Digo era, pues con los años y las ocupaciones hay muchas actividades que se van dejando de lado, y con el tiempo como que ya no existieran.

Con la familia, la principal y mas obligatoria de todas era la visita a Santo Domingo, un domingo de Octubre o dadas las circunstancias, el día 20 aprovechando el feriado por un aniversario mas de la Revolución del 44, que le regaló a Guatemala su primavera democrática de 10 años, hasta que los mismos de siempre metieron las manos, pero eso es parte de otra historia.

Como les iba diciendo, íbamos a Santo Domingo, mi viejo compraba algunas veladoras y después de hacer la tremenda cola para pasar rezando a la Virgen, las encendíamos, volvíamos a rezar y salíamos del templo. Para uno de niño aquí era donde empezaba la diversión, porque era cuando paseábamos por la feria, nos comíamos algo, yo, por lo general y como podrán deducir del título, una súper torreja y los grandes alguna su porción de garnachas, tostadas, tacos o algo por el estilo, sin faltar la exquisitez del atol de elote. Ya saliendo se hacía la compra de los dulces, incluyendo las majestuosas jaleas de guayaba y de membrillo.

Conforme avanzaba el mes, y cómo ya estábamos de vacaciones del colegio, la calle de la cuadra se transformaba en estadio de baseball, siguiendo el desarrollo del play off y de la Serie Mundial, sintiendo ese airecito frío de octubre. Horas jugando en la calle hasta que las pelotas no se vieran.

Hacia mediados de mes, la respectiva Clausura del ciclo escolar, con la temida entrega de notas; yo debo confesar que nunca tuve problemas de clases retrasadas pero miraba que los cuates si pasaban el mal rato esperando que los reventaran por el par de retrancas de cada año, y que de paso les dijeran cuando empezaba el curso de vacaciones para recuperarlas.

Después a esperar que iniciara, según el legendario Macord, "el máximo evento deportivo del año, la vuelta ciclística a Guatemala". Con los abuelos oíamos las etapas en directo por la radio, y en la noche veíamos el resumen con mi papá en televisión. Verlos llegar a Zacapa, a Esquipulas, a Mazatenango, pero sobre todo la última etapa, ya el 1 de Noviembre, que solía salir de Sololá rumbo a la capital. Varios años terminaron en el Estadio Nacional, y nosotros los esperábamos en el obelisco, donde veíamos pasar al "pelotón multicolor devorando la cinta asfáltica".

Otra tradición para la última semana de octubre era el mantenimiento del mausoleo de la familia, que por aquel entonces solo tenía a la bisabuela y a dos tíos abuelos, muertos mucho antes de que yo naciera. Pero era alegre, ir a raspar y pintar dos o tres tardes con mis tíos y de paso mientras en realidad ellos trabajaban, yo aprovechaba para volar algún barrilete comprado en la tienda de la esquina.

Y bueno, no podía faltar la menos guatemalteca de las tradiciones, la noche de brujas y la pedida de dulces, donde en lugar del respectivo "trick or treat halloween", gritábamos a todo pulmón “trico-trico jalogüín”.Yo me acuerdo que una vez me vistieron del Zorro, y una doña que estaba mera buena me preguntó si le daba un beso, claro, yo tenía como 7 años, ahora que me preguntara pero que estuviera como en aquel entonces. La mara. Yo siempre quería que me dieran Guayabitas o Quiebra-dientes, que eran mis favoritos.

Así se acababa octubre, y daba paso a Noviembre, con sus cielos altos y despejados, cielos de un azul profundo. Así llegaba Noviembre, con el cumpleaños de mi viejo y con el mío. Gran parte del año.

Ahora que el tiempo ha pasado y que la distancia me ha impedido continuar con estas tradiciones, me pregunto como serán los meses de octubre en Guatemala. Ahora que nos falta gente, que se han ido muchos, que hay nostalgia en muchos días de este mes, me pregunto ¿Siguen siendo igual de bonitos que hace 20 años? ¿O con los años pierden sus encantos?

miércoles, octubre 11, 2006

Para Ricardo Andrade, Gabriel Rivera y todos Los Últimos Adictos. A cuatro años de Un día gris.

Este post quiero dedicarlo a la memoria de mis amigos, Gabriel Rivera y Ricardo Andrade, a cuatro años de su muerte, Gabriel aquel día 14 y Ricardo el día 20. Se les recuerda y se les quiere. A mis amigos, Rolando, Taz y Espaderos, los Últimos Adictos vivientes, hoy cuando en lugar de llorar la muerte de Ristos y de Wato celebramos la vida que tuvieron y todos los momentos que nos regalaron. Kid, Taz, Jito, desde aquí quiero enviarles un abrazo.

La historia de los Últimos Adictos es una historia grande. Sacrificios, esfuerzos, luchas, lágrimas, enojos. Alegrías, peleas, desvelos. Unión, amistad, hermandad.

Grandes músicos. Exponentes de la calidad musical que Guatemala puede producir. Ejemplos de que la única forma para lograr algo es a través del trabajo duro, de la honradez, de la fe en uno mismo y en ese ser superior, le llamemos como le llamemos.

Ya son cuatro años desde que el destino quiso separar a los Adictos de manera tan trágica. Pero no recordemos eso hoy. Es cierto que aquel lunes 14 de Octubre del 2002 fue Un Día Gris. Pero si en nuestras mentes y en nuestros corazones seguimos manteniendo vivo el recuerdo de estos dos grandes amigos, dos grandes personas, haremos que vivan por siempre.

Mi relación con los Últimos Adictos empieza por los tres que aun viven. Estudié el bachillerato y la universidad con el gran Kid, Rolando, el guitarrista adicto. Como un hermano para mí. Por él conocí al gran Taz, Sergio, hace no se cuantos años, mijo, pues Ricardo dijo una vez que si aquel era el Taz, yo era como el PapaTaz, de allí viene el apodo. Y a través de los dos, al mismísimo Jito, Espaderos, a quien en realidad ya conocía por haber sido cliente de donde yo trabajaba. Luego conocí a Ricardo, cuando se empezó a formar la idea de Los Últimos Adictos. Gabriel fue el último en unirse a la banda después de trabajar un tiempo en El Estudio. A pesar de ser quien menos tiempo estuvo en los Adictos, su calidad de gente, su educación, su amabilidad y carácter, le granjearon la amistad sincera de todos.

Yo tuve la fortuna de vivir la historia de los Adictos como un espectador privilegiado, en primera fila, participando muchas veces de los acontecimientos que la formaron. Recuerdo incontables ensayos, incontables reuniones, fregaderas, noches enteras ellos trabajando en el grupo y yo aunque fuera como simple compañía, allí estaba. Recuerdo los desvelos para la grabación de las primeras canciones, en el estudio del maestro Aleja Hernández. Recuerdo la primera entrevista en Burger King del Reloj de Flores. Recuerdo haber recibido el año 2000 en la casa de Ricardo, con todos los otros Adictos. Recuerdo incontables kilómetros en las carreteras de nuestra patria, hoteles, hotelitos, hoteluchos, moteles, apartamentos, y cualquier sitio de los que nos sirvieron para dormir en alguna de aquellas maratónicas jornadas.

Recuerdo a muchísima gente relacionada con Los Últimos Adictos. Sé que voy a olvidar a muchos pero aquí les mando un saludo, sin ningún orden en particular. Las familias de los Adictos, Imbal, Liz, Regina, La Guera, La Lombri, Juan Rodolfo, El Aleja, Mameyón, Pasacón, El Zacapa, Pepito, Walter, Mauro y Pascali, Juan Paleta, El Bamba, el Vampiro Samuel Monzón, Morán (Q.E.P.D.), Dennis, Pablito León, Kurt, el Clave, Toki, Grandy, el Primo, Lev Andropov, la desaparecida Fénix FM, el Rodri, ButtHead, Chaluléu, Manuel Vendrell y los otros Razones de Cambio, el Cola, Toño, el Chatío Espaderos, Misael y todos los de El Salvador, el fotógrafo de Nuestro Diario que siempre se me olvida el nombre y si era de Al Día, Luigi Donis y los otros Radio Viejo, Omar Méndez, Guille y los otros Viernes Verde, la Casa Comal, Kierkergart, los Fábulas, Diéguez, Pablo y Toba (Chalo, Q.E.P.D.), PanaRock, Burger King del Reloj de Flores, Eddy Ocaña, y muchísimas personas mas.

Vivimos toda una historia con ellos, y nos regalaron verdaderas obras de arte del rock chapín. Muchos alegres y buenos recuerdos. Fueron buenos tiempos. Hay mucho que contar, pero no es aquí el lugar ni este el momento. Hay grandes anécdotas, muchas memorias. Revivir aquella semana de octubre del 2002 también es importante para no olvidar lo que pasó. Creo que el detalle más remarcable de esos días fue el ocurrido el sábado 19, tres días después del sepelio de Gabriel y un día antes del fallecimiento de Ricardo. Me refiero a la marcha organizada por la paz, que fue del Teatro Reforma al Obelisco, vestidos de blanco, y al llegar se encendieron velas y se dijo una oración por la paz de Guatemala. Mucha gente participó, eso fue muy importante. Ese sentimiento de unión y de paz es lo que tiene que primar en una sociedad como la nuestra.

Termino este humilde recuerdo a Los Últimos Adictos con lo que a mi parecer sería un Top 10 de los conciertos, no mejores, sino más significativos en los que estuve presente con ellos.

Top Ten de Conciertos de Los Últimos Adictos.

1. Teatro al Aire Libre. 4 de Diciembre de 1999.
La presentación de Sobredosis. A mí siempre me han gustado los conciertos en el Teatro al Aire Libre, sobre todo cuando hace frío. El ambiente, la vista, todo. Acceso total. Lo viví desde el escenario. Concierto que presagiaba un gran futuro. Dennis filmó el toque. Después, a comer a Burguer King del Reloj de Flores, lugar que también fue parte importante de la historia de los Adictos.

2. La Galera (Parqueo Santa Clara). 30 de Junio de 2000.
Gran concierto. Estuvimos allí desde las 8 de la mañana con el Juan Rodolfo, por aquel entonces manager de los Adictos. Fuimos a TicaBus a buscar a Pamela Robín y los músicos que llegaban de El Salvador. La Laurita me esperó en el Géminis 10. Vigilar que no se robaran el dinero de las entradas o que hicieran trampa en la taquilla. Peleas en la puerta. Tuve que defenderme con un par de buenos pijazos. Al llegar el turno de los Adictos, dejé la puerta y subí a un costado del escenario, desde allí vi a esos 3000 paisanos cantando esas grandes canciones.

3. PanaRock, Panajachel. (todos)
Un lugar muy especial en la historia de los Adictos. Un gran saludo para Mauro y Pascali. No se cuantos conciertos hayan tenido lugar en PanaRock, pero todos fueron especiales. No estuve en todos. Si van a PanaRock, vean la mesa de los Adictos, grandes fotos y muchos recuerdos.

4. Gimnasio Nacional Teodoro Palacios Flores. 30 de Junio de 2001
El concierto de Remedios Introspectivos. Homenaje al Puma, guitarra de Viento en Contra fallecido días antes. Víspera del viaje a Cuba. Un gran montaje y un gran espectáculo. Después del concierto unos tacos en Las Américas con el Kid. Casi fundo el carro ese día.

5. Teatro al Aire Libre, 30 de Mayo de 1998
La primera presentación en público de los Adictos. Solo 4 canciones, pero se incluyó mi favorita, el primer sencillo, Todo Gira. Era la presentación de un disco de Viernes Verde y la única vez que pagué para ver a los Adictos. Digo la única vez que pagué pues en cualquier otro concierto entré como parte de la organización del grupo.

6. Panajachel, Semana Santa 2000.
Miércoles Santo en la noche toque en el Aleph y PanaRock. Dormir en el suelo de un cuchitril. Nos mudamos a las 2 de la mañana porque Ricardo consiguió habitaciones en el Mayan Palace. Jueves Santo, concierto en el Estadio Municipal. En lugar de hotel, cortesía de la radio organizadora, apartamento de lujo frente al Barceló del Lago, pero la dueña trató de meternos presos, llegó la policía y aunque tenso, todo se calmó al final. Viernes Santo abandoné la caravana para quedarme en Panajachel. El grupo iba para el Puerto de San José y volvía a Panajachel para el Sábado de Gloria.

7. Teatro al Aire Libre, 1 de Mayo 2002, Guatemala exporta Rock.

El último concierto grande, como despedida. Nostalgia porque partían para la internacionalización. Se quedó a un paso. No se decir más sobre esto.

8. Parqueo Teatro Presidente, El Salvador. 2001.

Concierto el sábado pero por los temblores se pasó al domingo. Íbamos en microbús con la familia del Kid, Regina, el gran Clave y su sobrino Kevin(q.e.p.d.), y alguno mas. Pasamos el domingo en el Puerto La Libertad y volvimos para el concierto en la tarde. Cuando llegamos a la frontera domingo en la noche, ya estaba cerrada. La noche que dormí en la banqueta, bueno, todos lo hicimos, acomodados como pudimos a un lado del edificio de la aduana de El Salvador, esperando que abrieran a las 5 de la mañana para terminar de llegar a la capital, a devolver el microbús y a los trabajos todos.

9. Salón de usos múltiples, San Marcos, 2000.

Finales de año, hacía frío. De nuevo peleas en la puerta, hacerle ganas a Juan Rodolfo. El grupo entró apoyado por personal de seguridad de la zona. Al vampiro Samuel Monzón y a mí nos tocó quedarnos todo el concierto agachados frente al grupo, en la orilla del escenario para que la gente no se subiera o halaran los micrófonos o algún cable.

10. Salón de Fiestas atrás del C.C. Montúfar. Octubre 2002.
El último concierto en el que estuve con ellos, apenas una semana antes de que Gabriel y Ricardo murieran. Por eso lo recuerdo. Era la fiesta de graduación de algún colegio, el concierto como tal fue muy normal, bastante gente sí, pero el motivo principal no era el concierto. También lo vi desde el escenario. La plática antes y después del toque estuvo bastante amena, sin saber que nunca mas los oiría tocar.

Imposible que un Top 10 alcance. Hay muchísimos mas, como el de Teculután, Zacapa. Más conciertos en el Teatro al Aire Libre, en Blue Moon. Uno para unos juegos nacionales en la esquina del Géminis 10. Varios en distintas teletones. El debut oficial en Sushi-Vegas, un lugar que solo abrió el día del concierto y nunca más. En la Caseta, sótano del Géminis. Durante el primer viaje a El Salvador, en el Bar La Luna. Un fin de semana cuando tocaron en Xela el viernes a las 12 de la noche, y salimos de vuelta a las 4 de la mañana porque había que montar equipo antes de las nueve para el concierto en la mañana deportiva del Liceo Francés. Otro fin de semana que incluyó viernes en Coatepeque, sábado en Sololá y domingo en un parqueo del centro de la capital, frente al Belga. Otro concierto en la Galera, a fin de año 2001, donde terminé vendiendo las playeras de la gira, aunque solo vendí una, y de pronto llegó ella, vestida de negro y naranja, linda como solo ella. Un concierto en el Estadio de Galcasa. Otro en San Miguel Petapa. Uno en el edifico S-10 de la Universidad de San Carlos de Guatemala. El acústico en la Bodeguita del Centro a principios del 2000. Un concierto en el Obelisco. Uno en el arriate de la Reforma, apoyando a la cadena de pizza. El concierto en el Domo en una inauguración de Aula 2000. Uno en el parqueo del Domo con varios grupos. Y podría seguir.

jueves, octubre 05, 2006

Primer compendio chapín de anatomía.

Vamos a repasar los nombres o expresiones que en buen guatemalteco se le asignan a ciertas partes del cuerpo, con la humilde intención de estandarizar su uso a nivel mundial porque el resto de la gente no los conoce y se presta a confusiones.

Hay que tomar en cuenta que las palabras que nosotros, los guatemaltecos, utilizamos para nombrar partes del cuerpo, en su uso internacional algunas representan animales, partes de animales, alimentos, frutas, comercios o simplemente ni siquiera existen.

Así que sin más, aquí les dejo lo que se me ha ido ocurriendo.

CABEZA (La morra, el coco, la shola, la sheca, la ñola)
Me duele la morra. (Tengo jaqueca.)
Me estalla el coco. (Migraña)
El Zidane le dio con la shola al italiano (Todos saben que fue un cabezazo)
Ese es bien sheca (Alguien muy inteligente)

CARA (La ficha)
Te rompo la ficha (Te parto la cara)
Una ficha es una moneda.

BOCA (La trompa, la geta, el hocico, el pocillo)
Dame un beso en la trompita (Somos muy dados a los diminutivos)
¿Estás trompudo? (Enojado, deriva de la gesticulación labial al expresar enojo.)
Este se rompió la geta (Cayó de trompa)
A está le hierve el pocillo (Un pocillo es una taza de peltre, se dice de alguien que habla sin parar)

MANOS (Las garras, las pezuñas)
No metas tus garras en mi maquina (Si tocas mi computadora, te rompo la geta)

ESTOMAGO (La panza, la timba)
Estoy malo de la panza (Fijo diarrea)
Te creció la timba (Dejá de comer tanto)

PIES (Las tishas, los cushines)
Me duelen las tishas (hay que comprar mejores zapatos)
Le rugen los cushines (le apestan las tishas)

PECHOS (Las chiches)
¡Que chichotas! (Glándulas mamarias con un gran nivel de desarrollo.)

PENE (La paloma, el pipi, el pajarito y muchos diminutivos más)
Comentarios innecesarios.

VAGINA (La cuca, el pan y al igual que el anterior, muchos diminutivos)
Comentarios innecesarios.

CULO (El cutete, la cola, el cubilete, la retaguardia)
Y no me pongan mala cara porque se llama culo, lo demás son eufemismos.

Se cayó de cutete (se pegó un sentón.)
Te voy a dar un cinchazo en la cola (Un azote en el culo. Esta forma en particular causa confusión porque aquí en Venezuela para pedir jalón se pide la cola y un día una chica muy guapa me preguntó ¿Me da la cola?, a lo que tuve que responder que no, que mas bien al revés, pero luego de unos segundos tensos, se aclaró la cosa.)
¡Que buen cubilete! (Bonita parte, con la curvatura y dureza precisas, aunque también se podría referir la expresión a un pan dulce o postre que responde al mismo nombre.)
Le dio una patada en la retaguardia (no sé por qué no le decimos vanguardia a lo de adelante.)

Y si se me olvidó algo espero que ustedes me lo recuerden.

lunes, octubre 02, 2006

Aquellas inocentes expresiones.

Se acuerdan muchá cuando éramos chirices que siempre andábamos con miedo de que se nos fuera a salir una palabrota cerca de algún adulto, en mi caso particular sobre todo si ese adulto era alguna de mis adoradas abuelas que en gloria estén, porque ya me habían amenazado con que si me oían decir alguna grosería me iban a quemar la boca con un tizón, cosa que nunca pasó pero aun hoy en día me dan como escalofríos tratando de imaginar lo que se sentiría que le rempujen un tizón en la trompa a uno, y mas a esa tierna edad.

La cosa es que por ese miedo o porque simplemente no nos habíamos aprendido las patanadotas que hoy en día muchos hemos vuelto de uso común, siempre estábamos pilas a ver que se nos ocurría o que oíamos de los grandes que nos sirviera para sustituirlas. Muchas expresiones que usábamos por aquel entonces no eran de nuestra creación, eran joyas de la tradición oral guatemalteca.

Por ejemplo, me acuerdo yo que cuando alguien se quería pasar de vivo o de abusador se utilizaba alguna de estas expresiones: “Ve que di´a sombrero” o “Este es más fuerte que la limonada”. O cuando se referían a alguien quisquilloso, mañoso, o lleno de charadas se decía: “esta parece fresquito de chan”, cosa que no entendí hasta que vi un vaso de fresco de chan y mi abuelo me dijo en tono cómplice “viste, está lleno de mierditas”. Claro, Don Vicente, que en gloria esté, me decía esas cosas escondido de Doña Bernarda porque si ella lo oía enseñarme ese tipo de “mierditas”, le iba a sonar al viejito, jajaja. Una frase equivalente era “este parece sombrerito de Esquipulas”, por la misma explicación.

Cuando nos querían enseñar con ejemplo ajeno, sobre todo si eran errores cometidos por otro en situaciones similares a la nuestra, los viejitos decían: “Ve, eso es Pan para tu Matate”. Hoy diríamos algo mas o menos así: “No hagas la misma mulada, cerote”, o alguna variación por el estilo.

Si jugando pateábamos muy duro la pelota, le dábamos un “gran mameyaso”, “un chintazo” o “la pateábamos jashto” pero nunca le dábamos un “gran pijazo”. Si había una pelea, nos dábamos “cuentazos” o “trompadas”, pero nunca “vergazos”. Si algo nos gustaba era “chilero”, “tuanis”, “calidá” o “atinado”, pero nunca era “de ahuevo” o “la mera verga”.

Si teníamos que mandar a comer algo a alguien particularmente inoportuno o molesto que nos estaba “fregando” pero nunca “chingando”, le decíamos “comé chucho”, o “comé lodo”, pero nunca lo mandábamos a comer miércoles, eufemismo de ya saben ustedes qué, y que también utilizábamos muy seguido. Y en cuanto a la peor palabra que se nos podía ocurrir según los mayores, la horrorosa palabra con P, que algunas veces decíamos como “pe-u-te-a”, siempre teníamos las opciones de “Púchis!!!”, o la más enfática “A la gran púchicas!!!”.

Pero bueno, como todo se pierde, desde los calcetines hasta la virginidad pasando por el pisto y la dignidad, supongo que la inocencia a la hora de hablar se perdió en los anales del tiempo, y eso de anales no es vulgaridad muchá. Me gustaría saber como hablan los ishtíos de hoy en día.

¿Alguna expresión en particular que recuerden mis estimados lectores?

jueves, septiembre 28, 2006

Top Ten Chapín según yo.

Siguiendo con el tema del Rock Nacional, estaba pensando en tantas y tantas canciones que se han producido, muchas de ellas joyas permanentes en el imaginario de la música chapina.

Dándole vueltas a la idea, se me ocurrió que sería imposible hablar de la mejor canción. ¿Por qué digo que sería imposible? Porque elegir una canción requiere mucha subjetividad, nunca criterios exactos como técnica, estructura o cosas por el estilo, siempre sentimientos, sensaciones, recuerdos asociados a la canción, emotividad y similares.

Por eso, y partiendo de mi nulo conocimiento técnico de la música, basándome única y exclusivamente en toda la subjetividad del caso, en mi simple condición de fiel escucha de rock y en lo que estas canciones representan o representaron en su momento, aquí les dejo mi propio y particular Top Ten del Rock Nacional.

1. Todo GiraLos Últimos Adictos.
El primer sencillo de los Adictos. Una gran canción y una gran letra. En primerísimo lugar debido a muchas situaciones y recuerdos asociados a la canción y a la época en que la hicieron y salió al aire.

2. HoyAlux Nahual.
Una de las pocas canciones de Alux que no canta Alvaro Aguilar. Esta obra maestra es cantada por Pluvio Aguilar. Una letra sencilla pero llena de sentimiento. La primera vez que oí esta canción fue en Panajachel, para una semana santa.

3. El BluesLos Últimos Adictos.
De nuevo, mucho sentimiento en la letra pero la música es muy importante. Yo estuve presente la noche que se grabó el solo de guitarra, y bueno, prácticamente durante todas las sesiones de grabación. Buenos recuerdos.

4. Una cerveza másRadio Viejo.
Preludio para una noche de parranda o un viaje de relax y abuso alcohólico. Indiferente la música y la letra, pero los recuerdos son lo que valen, kilómetros de carreteras oscuras y litros de bebidas espirituosas con El Primo. Mamarrachoooo!!!

5. Dulces SueñosFábulas.
Una canción extraña, pero muy buena. Hay un par de situaciones que me identifican mucho con esa canción. Gran trabajo el de Fábulas.

6. 16 Malditas E.X.T.I.N.C.I.Ó.N.
Demasiada canción. La fuerza inexplicable de esta pieza maestra del rock nacional hace que reviva tremendos momentos. Una de las mejores bandas de Guatemala. Todas sus producciones eran auténticos derroches de adrenalina y descargas de euforia incontrolable.

7. AzulBohemia Suburbana.
19 de Octubre de 1996 escuché esta canción por primera vez, cuando casi nadie la había escuchado. Aun no salía al aire ni estaba en el disco. Nos la mostró Juan Carlos Barrios, guitarra de Bohemia, al Primo, a Lev Andropov y a mí, mientras nos tomábamos unas cucarachas en El Aleph, Panajachel. De allí nos fuimos al lago a decir: “De pronto estoy tirado enfrente de este lago y lejos, estoy lejos, en la montaña azul”. Desde ese día, siempre que llego al lago digo lo mismo.

8. Contra el sueloLa Tona.
Siempre fui uno de los detractores de la música de La Tona, hasta el disco El Rebotante. Y de ese disco en particular, esta tremenda canción, característica de la emotividad que le pone el Neco a sus composiciones.

9. InvisibleViernes Verde.
Otra banda que tardé mucho en aceptar. Esta canción es muy buena, con la fuerza acostumbrada de la banda, crudeza y podría decirse que ira características. Invisible, eso mismo.

10. IntrospectivaLos Últimos Adictos.
Una especie de despedida de este gran grupo. Un trip interno digno de vivir y una canción básica en la discografía guatemalteca.

Esas serían mis elecciones, apreciados lectores. Pero me quedo con la sensación de que hay demasiado material como para que todo se reduzca a un Top Ten, así que les ofrezco hacer algo para el próximo post, siempre con la subjetividad de mi propio gusto claro. Saludos a todos.

lunes, septiembre 25, 2006

Que viva el Rock Nacional!!!

Hace rato estaba pensando iniciar una serie de posts sobre los grupos de rock mas representativos de Guatemala, pero decidí no hacerlo pues no me considero un experto en el tema y a falta de conocimientos prefiero no escribir una incoherencia. A pesar de eso el Rock Nacional es muy importante para mí, así que aquí va mas o menos una memoria de cómo abandoné mis complejos de preferir únicamente lo extranjero y aprendí a vivir y disfrutar este gran movimiento del rock chapín.

Mi gusto por el rock viene desde mis primeros años, pero siempre influenciado por la música de fuera. Mi padre era fan de The Beatles, The Rolling Stones, The Birds, Creedence, The Yardbirds, The Animals y otros. Mi tío Jorge oía algo mas pesado, como Black Sabbath, Led Zeppelin, Jehtro Tull y otros por el estilo. Con esa influencia y considerando el poco impulso que lo nacional recibe, aunado a la escasez de opciones nacionales, no es de extrañar que creciera sin prestarle atención a lo nuestro y a los 4 años ya tarareara los éxitos de KISS.

Mis tías trataron de regalarme un LP de Alux Nahual allá por 1983, pero me negué a aceptarlo porque quería el disco Thriller, que era rojo y traslucido. De aquí saltamos hasta la segunda mitad de los 80´s, cuando tuvo lugar la explosión del movimiento conocido hoy como Rock en Tu Idioma, con grandes bandas, sobre todo argentinas, españolas y mexicanas. Por lo menos ya estaba en la onda en español. Había una radio, la Nueva Clase 102, especializada en este tipo de música. Enanitos Verdes, Los Prisioneros, Barón Rojo, Sangre Azul, La Unión, Dhuncan Du, Identi-Kit, Caifanes, Soda Stereo y un largo etc. Es durante estos años que tengo contacto con las primeras producciones nacionales, los temas más famosos de Alux, Fiesta Privada, Alto al fuego, Como un duende, entre muchos otros; las primeras baladas-rock de Arjona, aunque incluso hoy día no puedo con la música de este último.

Empezando los noventas y ya con unos años mas pude ir a mis primeros conciertos, sobre todo de Alux, aunque su monopolio empezaba a desaparecer. Aun así, seguía sin aceptar al resto. Recuerdo haberme burlado de Bohemia la primera vez que los vi y aunque ya sonaban muchos nombres de bandas, casi todo se reducía a presentaciones en el circuito de mañanas deportivas, kermeses y fiestas de colegios, con muy poca producción propia y mucha presencia de covers y versiones de canciones famosas.

Llegamos a finales de 1994, siendo estos dos o tres meses mas todo el año 95, el punto clave para mi identificación con el rock chapín. Mi afición por ir al Café Oro, centro neurálgico del rock chapín por aquel entonces me hizo conocer el movimiento. Además, por mi amistad con el Kid, y el primer grupo en el que aquel participó, una vez dentro del círculo de las bandas nacionales, era solo cuestión de tiempo llegar a aceptarlas y disfrutarlas. Innumerables conciertos y la labor de la desaparecida Fénix FM, hicieron que el rock chapín llegara a muchos. El patriotismo, real o escenificado, de muchas bandas también permitieron esa identificación. Creo que es a partir del 95 cuando se produce la autentica explosión del movimiento del rock nacional, siendo muy fuerte durante toda la segunda mitad de los 90´s y permaneciendo hasta hoy.

De esos años recuerdo muchísimas bandas, algunas que fueron muy importantes y que ya hoy han desaparecido, otras que su existencia fue fugaz, pero vamos a tratar de recordar a todos los que podamos y sin ningún orden en particular como siempre. Alux Nahual, Los Últimos Adictos, Stress, Bohemia Suburbana, Astaroth, Viernes Verde, Radio Viejo, Ytrium, Piedras Negras, Fábulas Áticas (después solo Fábulas), La Tona, Razones de Cambio, Pe al Cubo, Metáfora 4, Cuatro Púrpura, Viento en Contra, Disidentes, Extraña Procedencia, Guerreros del Metal, Extinción, Varela, Hongo, Metamorfosis, Surash, Conciencia Sublime, Sobrevivencia, Doña Locha, Parusía, Golpes Bajos, Influenza, Planeta Panamericana, Toba, La Tatuana, Sexo Estado, Legión, Santa Fé, Sacnum Recnum, Noctis Imbocat (estos dos últimos no estoy seguro de que se escriban así), Equinoccio, Novena Luna, Palabras Mágicas (estos nunca tocaron pero me consta que existieron), Octubre, Pusher, Dharana y muchas mas que se me escapan por ahora.

Del movimiento del Rock Nacional estoy completamente desconectado desde el 2002, por lo que no puedo opinar desde entonces hasta ahora, pero algo bueno debe haber. Algo importante a mencionar es que no hay que apoyar lo nuestro solo porque sea nuestro, sino porque además tenga calidad, de lo contrario estaríamos generando mediocridad. Muchas de las bandas que mencioné a lo mejor las escuché una sola vez, pero su grano de arena pusieron igual que todos. Ahora estando fuera, cosas que antes no podía escuchar me parecen muy buenas, talvez por la nostalgia o por la distancia, pero con el tiempo también he ganado en tolerancia, así lo justifico. Cómo diría el gran Ricardo Andrade (QEPD), “Que viva el rock nacional”, y que se haga presente “La Garra Chapina”, nombre acuñado por Viernes Verde. Yo de momento pondré algo de rock chapín para recordar viejas aventuras. Mis apreciados lectores, recuérdenme algunas de las bandas que no recuerdo, o díganme las que no conozco.

lunes, septiembre 18, 2006

Esos mis cuates muchá ! ! !

Me estaba contando un mi cuate ruso que tengo, bien derecho aquel y mero bueno para el vodka el cerotío, aunque eso sí, también le gusta el guarosky baratiev. Va, pues la cosa es que me estaba contando el Igor, así se llama aquel, Igor Dalatengo, que después de tanto buscar por estas tierras al fin había encontrado una su mujer que lo inspirara, que le trajera buenos pensamientos, que lo motivara a no echarse tanto los tragos. Entre paja y paja la historia es que conoció un su culito (perdón Lú) y terminó colgado. Que buena onda por aquel, porque si le hacía falta.

Seguimos la casaca y me contó que estaba muy ilusionado. Hasta el nombre completo de la chava me dijo, que se llama Alma Marcela Silva de Gozo. Buena onda por aquel, de veras. Lo que si me dijo es que le queda algo lejos para irla a visitar, y yo que casi no soy curioso le pregunté donde vivía, y me dijo que en la Manzana Q Lote Grande, Colonia Lomas Ticas, ya casi llegando al Lago Sarías.

Eso si, me dijo que como él no es de aquí no entendía muy bien lo que decían las señoras que se subían a la camioneta a vender comida, algo así como “¿quiere que le ponga la pechuga o le eche la pierna rey? ¿Huevo duro, se lo pelo y lo metemos en la tortilla, o le entra a la pacaya, chile relleno o chicharrón con pelos? ¿Quiere coco? Le abro el hoyo y le meto la pajilla don!!!” . Al final le explique que esa era comida del lugar y que mejor para no meterse en clavos se llevara un su par de franceses para el camino.

La cosa es que a pesar de que la visita seguido la mentada Alma Marcela quiere mas, siempre anda viendo cuando van a sembrar té, y le está insistiendo en que se casen, pero bien casados, y aquel se va a tener que convertir al catolicismo porque según dice la chava es muy piadosa. Tan piadosa que cuando se casen quiere que el que los case sea el Cardenal Gastepongo con toda la parafernalia del caso, incluido el sacristán Sacarías Blanco de la Barra. Bueno, pero tampoco es tan exigente, el vestido al menos no lo quiere de seda, sino de tela soco, y si no está el cardenal pues se conforma con el Cura Melcacho dice.

Total, que ya están en eso. Pero le dije que también se tiene que acordar del civil, y que yo le puedo presentar a un buen abogado para que los case, el doctor en leyes Rolando Eloy O. Primero. Eso sí, si el doctor no esta disponible siempre podemos ir con una mi cuata, Jessica Galindo y si no ya de perdidos con Aquiles Baeza. La cosa es que eso se arregla ya llegado el momento.

Siempre les cuento que pasa con el Igor muchá, fijo si al final se casa voy a ir con el Chinto y el Bolo a la boda, por lo que les ofreceré las impresiones de tan pintorescos personajes en un evento tan trascendente como el matricidio del Igor.

miércoles, septiembre 13, 2006

Izquierdo, Izquierdo, Izquierdo, Derecho, Izquierdo

Hoy sí, más de alguno se va a acordar de mi santa señora madre culpa de este post, pero me dieron ganas de escribirlo y aquí está publicado.

Guatemala cumple 185 años como nación “independiente”. Un término polémico. Pues el post de hoy, en cuanto a la independencia no tiene mucho que ver y aunque sé que hay muchísimas cosas importantes, del pasado, presente y futuro, como que nunca hemos sido independientes, que en lugar de independencia se puede hablar de cambio de dependencia, que los españoles, que los gringos, que los próceres, que la mamá de tarzán. Todo eso se queda de lado hoy para tocar un tema mucho más superficial. Aquí les va.

A mí si me gustaba desfilar. Ahí está. Ya lo dije. Algunos me llamaran, trabado, traumado, loco, con complejo de chafa, retrógrado. Pero a mí si me gustaba desfilar. Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero cuando me tocó hacerlo el ambiente era muy particular, llamativo, no se como describirlo.

Desde primero primaria hasta tercero básico, estudié en el Colegio de Infantes, donde entre otras cosas, destacábamos en los desfiles. Era enfermiza la cantidad de horas al año que dedicábamos a ensayar. En el Campo Marte, en el Hipódromo del Norte, en los patios del colegio. Era obligatorio así que si alguien objetaba la actividad, solo que se quebrara un brazo o algo por el estilo podía safarse.

El 14 de septiembre siempre fue interesante pues el conjunto que forman el Palacio Nacional, el Palacio Arzobispal, La Catedral, el antiguo Colegio de Infantes y los Parques Central y Centenario iluminados, junto con toda la gente que llegaba a la izada de la Bandera y los 21 cañonazos, era algo bastante especial.

El 15 de Septiembre llegábamos al colegio a las 6 de la mañana. Se hacía una última revisión de uniformes. Recibíamos los respectivos discursos y arengas para recordarnos el orgullo que sentíamos por nuestro Bicentenario Colegio y la responsabilidad para con la patria. Con el cerebro mas lavado aun, inflábamos el pecho y a esperar el momento.

Salimos por la puerta del Sagrario de Catedral. Afuera escuchábamos gritos, aplausos, ametralladoras. Muchísimos ex alumnos, padres de familia, hermanos, hermanas, novias, primas, primos, cuates, cuatas, y mucha gente ajena que también iba a vernos abarrotaba la octava calle, incluido mi viejo que en gloria esté, con mis hermanos que siempre hacían todo el recorrido. “Ya va a salir el Infantes” decía la gente. Yo iba en el cuarto pelotón de la primera compañía y recordar cómo los ex alumnos cantaron nuestro himno mientras salíamos todavía me eriza los pelos. Las ametralladoras tronaban. Entre Catedral y el Mercado Central esperamos nuestro turno. Sobre la sexta calle se veían pasar las banderas y los estandartes de las otras instituciones educativas.

A eso de la 1 de la tarde enfilamos hacia Palacio. Una imagen imborrable al llegar a la esquina de la séptima avenida, ver a tantísima gente y el Palacio a nuestra derecha. Hicimos el saludo uno frente a la tribuna presidencial y también unas formaciones de compañía antes de dar el paso a nuestras dos bandas y a la segunda compañía. Cruzamos para la sexta avenida y cambiamos a paso alemán por un par de cuadras. Atrás la banda retumbaba. Aplausos, ametralladoras y hasta insultos, para decir verdad. Llegamos a la Municipalidad, donde terminaba el desfile, pero nosotros teníamos que regresar a nuestra casa. Agarramos la séptima avenida de regreso. Confieso que ya estaba cansado, pero solo tenía doce años, así que era de entender. Cuando llegamos frente a Guatel y Correos, que siempre fue un punto importante de nuestro recorrido, los ex alumnos volvieron a cantar el himno y al grito de “Bicentenario Campeón” acompañados de más ametralladoras y porras nos vieron pasar haciendo el saludo uno y a la banda ejecutando sus mejores toques. Ya se veía el campanario de Catedral. Al fin, a eso de las 6 de la tarde llegamos a una cuadra del colegio. La gente llenaba todo espacio libre para vernos entrar. Cada pelotón ejecutó alguna formación antes de entrar. Pasamos bajo el Vértice y entramos agotados pero orgullosos. Seguían más discursos. La Banda tocaba a petición del público y se mandaba romper filas. Cumplíamos un año más con nuestro humilde homenaje a la Patria. Íbamos allí, orgullosos, presumidos, sabiéndonos los mejores, con 200 años de historia sobre nuestros hombros. Así era nuestra identificación con aquel colegio, con aquel uniforme. Hace 16 años de eso.

En fin, que no quiero polemizar sobre la conveniencia de celebrar la independencia con un desfile cívico-militar pues esa no es la intención de este post. Tanto los que estén a favor del desfile como sus detractores tienen argumentos muy válidos. Si me tocara hoy en día, seguramente no lo haría y estoy prácticamente seguro de que me opondría a que los desfiles se siguieran realizando, pero en realidad los tiempos han cambiado. Ofrezco mis disculpas si esperaban un post más socialmente responsable o serio, pero es que un cuate me mandó unas fotos del colegio y me despertó los recuerdos de aquel tiempo. Se que haberlo hecho al final resulta intrascendente y trivial en cuanto a la realidad del país y a la actualidad que vivimos, pero cuando uno tiene 12 años le importa más verse bien con un uniforme de gala y recibir uno que otro elogio que las razones por las cuales lo está haciendo o lo que está celebrando. Así que, ¿ustedes alguna vez lo hicieron? ¿Qué pensaban y piensan al respecto?
Fotografía tomada el 13 de Septiembre de 1981. Al frente las Banderas y Escoltas. Luego la Primera Compañía, ganadora ese día del concurso de maniobras de orden cerrado. Al fondo se distingue el inicio de la Banda de Guerra.
Foto cortesía de la Familia Donis.

domingo, septiembre 10, 2006

Cinco años ya.

Se cumplen cinco años del atentado a las torres gemelas. Es cierto lo que dicen por allí, que es de esos días acerca de los cuales todos recordaremos lo que estábamos haciendo cuando nos enteramos de lo que pasaba. Yo me acuerdo de todo lo de ese día. Pero ese no es el punto. Ni las razones, ni los autores, ni los motivos, ni las provocaciones.

Hoy, cuando han pasado esos cinco años solo les pido mis estimados lectores que dediquen 10 segundos de silencio interior para recordar a las almas de los inocentes.

Pero que esos diez segundos, no los utilicemos solo para ese trágico 11 de septiembre. Recordemos también a la gente que muere en Afganistán y en Irak. A la gente del Líbano, de Israel, de Irán. Recordemos a todos los que han muerto en guerras, en enfrentamientos, en atentados. Desde Alemania hasta Vietnam, desde Cuba hasta Pakistán, desde Guatemala hasta Somalia, desde España hasta la India, El Salvador, Nicaragua, Haití, Laos, Sudán, Los Balcanes, el norte, el sur, el este y el oeste.

Recordemos a los que mueren todos los días, por la violencia, por la delincuencia, por la pobreza en todo el mundo. Recordemos a los niños de Oceanía, de Europa, de África, de Asia, de América, de nuestra propia tierra. Recordemos a las víctimas de la hambruna, del Sida, de cualquier otra enfermedad.

Recordemos a los incontables inocentes que han muerto desde el inicio de los tiempos, víctimas de injusticias, ambiciones, abusos. Recordemos a todos los que han caído defendiendo sus creencias, sus hogares, sus países. Recordemos a todos los que han entregado sus vidas peleando contra un invasor.

Si les nace, eleven una oración, pero no solo por las víctimas de las que se habla en las noticias, en los periódicos, en Internet. Elévenla por las víctimas desconocidas, por las víctimas de las que no se habla, pero que siguen estando allí, a cada minuto. Y aunque las oraciones ayuden, recuerden lo que decían los guaraguau, “No, no, no basta rezar, hacen falta muchas cosas para conseguir la paz”.

Paz y desanso eterno para las almas de todas la víctimas.

martes, septiembre 05, 2006

BUENAS NOCHES GUATEMALA...POR FIN NOS VEMOS LAS CARAS!!!


Corría el año de 1996 en la gran República de Guatemala. La firma de la Paz se intuía con proximidad aunque aun no se sabía la fecha concreta. El año de las olimpiadas en Atlanta. La Eurocopa se había jugado en Inglaterra y la había ganado Alemania. Se jugaba la eliminatoria a Francia 98.

El dólar estaba más o menos al 6 por 1. La cerveza Gallo en tienda aun no superaba los Q5.00. Los shucos de salchicha costaban Q2.50 y los de chorizo Q3.00. Un menú de Macdonalds grande costaba unos Q17.00 y el súper menú campero llegaba a los Q21.00. La camioneta ya costaba un quetzal. Álvaro Arzú había sido elegido para dirigir el destino de Guatemala, tomando en Enero la silla del Guacamolón.

Rumores de que Alux Nahual desaparecería. Bohemia Suburbana dominaba cada vez más el mercado. Ytrium del gran taziño y sus hermanos, Strees, Piedras Negras, Surash, ya andaban por allí La Tona y Viernes Verde, Extinción, Metamorfosis, los primeros intentos de Viento en Contra, Astaroth, Hongo, Octubre, Varela, Bufones y un largo etcétera. Blue Moon organizaba conciertos, Adrenalina empezaba a llegar a Guatemala. El Café Oro en la cima de su trayectoria con su jungla de inadaptados de los cuales orgullosamente formábamos parte (y lo seguimos haciendo pero el café ya no existe, ahora somos inadaptados en otra parte).

Era el segundo año de universidad, filosofía política, programación IV, desvelos, tareas, unos tragos con los compañeros de clase. El legendario Lev Andropov trabajaba en sistemas cerca de la pradera, programando y auditando. Yo, en una de mis mayores equivocaciones, estaba encerrado en un antro de explotación en la zona 9, defendiendo una marca de computadoras que a pesar de seguir convencido de su superioridad, hoy por mi se puede ir mucho a la mierda, pero eso es otra historia. Éramos una insignificante parte más de la maquinaria nacional.

Hasta que un día, de pronto, el anuncio en radio. Héroes del Silencio se presentarían en nuestro país. Por fin una banda real, roqueros famosos. No es que fueran un U2, o Metallica, o Iron Maiden, o AC/DC ni nada parecido, pero era a lo máximo que podíamos aspirar. En nuestra realidad no podíamos esperar más. Ya habían venido Enanitos Verdes, Maná, unos años antes Bon Jovi y aun mas atrás incluso Survivor y White Cross, sin olvidar a Santana en los 70´s, pero las condiciones de aquel año propiciaban que lo mas grande por aquel entonces fueran ellos, desde Zaragoza, España, Los Héroes del Silencio. Su gira Avalancha arrasaría con Latinoamérica.

El día elegido: sábado 14 de septiembre, un día antes de que nuestra patria cumpliera 175 años. El lugar: La plaza de toros de la zona 13. La hora: 7 de la noche. El grupo por Guatemala: Bohemia Suburbana. El precio de las entradas: Q100.00 precio general, sin distinción de ruedo o gradas. Puntos de venta: Gasolineras Shell. Aun tengo mi entrada.

Amaneció ese sábado un día espectacular, claro y soleado, unos agradables 22 grados. Eran las 9 de la mañana cuando nos reunimos con el gran Lev Andropov y la Jeannette frente al Hall, en las cercanías de la plaza de toros. Ya estaba lleno. Nos instalamos en la cola y a esperar. El ambiente era único.

A media mañana se nubló. Cerca de las 11 llegaron unos amigos. Para la tarde esperábamos al Oliver y al Fíu. Andaba la “yo te vi”. Cerca de la 1 de la tarde cayó un aguacero impresionante. Nos calamos hasta los huesos y empezamos a hundirnos en el lodo que se formó. Una cosa llevó a la otra y la guerra de lodo no tardó en comenzar. Unos se deslizaban por el suelo gritando que estaban en Woodstock. Nos lanzamos lodo entre nosotros y después participamos en la guerra de todos contra todos. Vimos gente lanzando zapatos llenos de lodo, incluso el capuchón de un sudadero arrancado por su propio dueño para tal efecto. En la confusión nos separamos de Lev Andropov y Jeannette y no nos volvimos a encontrar. Yo no los busqué y creo que Lev tampoco me buscó. En aquel entonces tenía razones para creer que querían estar solos, por lo que no hice nada por interrumpirlos. Lev, te toca confirmar o desmentir mis sospechas.

Pasó el día, circuló el alcohol, la mota, y cuanta cosa se imaginen entre el grueso de la concurrencia. La euforia creció a tal punto que se rompieron las filas, se trató de echar a tierra uno de los inflables de las radios patrocinadoras, hubieron peleas con los de seguridad y de pronto, como a las 5 de la tarde empezamos a ser arrastrados por la muchedumbre hacia el interior de la plaza. Directos al ruedo.

Se hizo de noche. No tuvimos tiempo de enfriarnos. Después de un rato de movimientos en el escenario, instalar las últimas cosas, por fin había llegado el momento.

Bohemia Suburbana subió a escena. Giovanni Pinzón, Juan Carlos Barrios y los otros. Nunca había visto ni volvería a ver a una Bohemia como la de aquella noche. Entregados por completo y apoyados al máximo por su gente. Aun hoy, cuando recuerdo ese grito de “uuuuhhhaaaaajajaaaaaa” al inicio de “Dios es Ajeno” me dan escalofríos al revivir como esas miles de gargantas lo sacamos desde el fondo del alma. Para cuando Bohemia terminó su presentación yo ya estaba agotado y con la garganta a pedazos, pero faltaba más. Aun habría de transcurrir media hora mientras los técnicos dejaban todo listo en el escenario y la gente recobraba fuerzas.

De pronto, en la oscuridad y en medio de una nube de humo empezó a cobrar forma una figura, vestida de cuero negro, con la melena suelta y que dijo “Buenas noches Guatemala, por fin nos vemos las caras”. Era Enrique Búmbury, que así daba inicio a aquellas casi dos horas de espectáculo que se quedaron en la mente de todos los que estuvimos allí. “Decadencia”, “Deshacer el mundo”, “Oración”, “Entre dos tierras”, “Sirena Varada”, “Iberia Sumergida”, “Avalancha”, “Maldito Duende” etc, etc, etc. Debo reconocer que no puedo recordar el orden del set presentado pero fueron estas y muchas otras canciones las que escuchamos aquel día. Los detalles del concierto en sí me los voy a ahorrar, porque es una experiencia que no puede ser explicada si uno no la presenció, además la apreciación siempre es subjetiva. Se puede poner el disco en vivo e imaginarse allí, pero jamás será lo mismo. Búmbury comentó en un momento del show que felicitaba a Bohemia Suburbana por su calidad y por la aceptación que tenían. En otra parte del concierto alguien en la primera fila puso algo en el escenario que Búmbury vio, levantó y se guardó en el bolsillo del pantalón. Todos creemos que eran churros de mota, jajaja.

Concluyó el concierto y salimos para volver a la realidad. Nos detuvimos en el Macdonalds de la zona nueve. Muchos habían llegado antes que nosotros por lo que no éramos los únicos zarrapastrosos con lodo hasta en el pelo. Una familia salía cuando nosotros entrábamos y pregunta la señora ¿Pero de donde vienen estos jóvenes así? Y le responde su esposo, “De un concierto mi amor”, nos ve y dice ¿Verdad?, respondemos que si. Luego pregunta ¿Desde que hora están así?, le dijimos que desde el medio día. Entonces me ve directamente y vuelve a preguntar ¿Valió la pena?, y yo le respondí de lo más sincero:

“Si, valió la pena”. Porque, la decadencia, está prohibida en nuestras jodidas mentes, por momeeeeeentos, por momentos, la caída pierde altura por momeeeeentos…

NOTA DE PRENSA: Cortesía del amigo David Delio y su blog, tenemos dos recortes de prensa del concierto, el que anunciaba el concierto, y el que lo relataba un día después. Allí se los dejo k para que los lean, aunque el de la crónica del concierto me parece que se equivoca en cuanto a con que canción empezaron, en fin, ya no estoy seguro, jajaja.
(Les prometo que mañana publico las notas de prensa porque esta mulada no quiere subir)



lunes, agosto 28, 2006

Las Serenatas del Ruletero (y su post número 100)

Muchá, con este magno post particularmente largo, quiero celebrar que este su humilde Ruletero llega a los 100 posts. Todo empezó como un inofensivo entretenimiento y así de la nada ya llegamos a la centena de publicaciones. Junto con la celebración agradezco a todos los que vienen a leer mis desvaríos y sinsentidos aquí presentes. Solo me queda decirles que son siempre bienvenidos y gracias por los comentarios en lo que va de recorrido. A todos, propios y ajenos, conocidos y extraños, un sincero agradecimiento.

Entrando ya en materia, este es un tema que me habían solicitado y aprovechando que gustó el post de las rancheras con el primo pues voy a tratar de contarles como estuvieron las otras serenatas en las que estuve involucrado. Resumiendo, he participado en cinco serenatas, de las cuales la # 5 ya se las conté aquí. De las otras, en la # 1 solo era un acompañante pero las # 2, 3 y 4 si que fueron protagonizadas y estelarizadas por mis delirios de enamorado mentalmente inestable. Aunque ahora que lo pienso, técnicamente no fueron serenatas, pues solo la 1 y la 5 incluyeron mariachis, guitarras y toda la cosa. Las otras ya las leerán.

SERENATA # 1
Fecha:
1 de Enero de 1993
Hora: de 04:00 a 08:00 AM
Lugar: El pueblo de mi Madre (En algún lugar de Zacapa).

Sucesos:
El amanecer de un nuevo año. Después de las 12 la fiesta se fue organizando. Los cuetes, bombas, y pistolas tronaban por todas partes. Los chavitos jugaban las inofensivas guerras de canchinflines, los viejitos se iban a acostar y la madrugada avanzaba.

Mi prima Jennifer cumplía 15 años aquel primer día del 93. Los viejos se organizaron con las guitarras, las botellas, las ametralladoras y mas pistolas y casi a las 4 dijeron: “llevémosle serenata a la quinceañera”. Hacia allá nos encaminamos y se arrancaron con los clásicos, desde canciones de amor sublime hasta “La Martina”, aquella que dice “Quinciiiiaaaaños ténia martina cuando su amor me entregó, a los 16 cumplidos una traición me jugó” pasando por el “Juan Charrasqueado” y compañía.

La cosa iba canción-trago-ametralladora, canción-trago-disparos al aire. Al rato decidieron llevarle serenata a todo el pueblo, así que caminamos de casa en casa cantando. Ya el grupo iba como en 40 gentes. Eso me recuerda un chiste que contaba mi viejo, que le preguntaron a un señor por qué tenía cara de desvelo y dijo “porque anoche andaba un trío como de 40 hijos de puta haciendo bulla”, jajaja. Bueno, en fin, que en algunas casas nos dieron tamalitos, en otras más tragos, y yo que ya andaba mero sonado porque estaba tiernito y no toleraba muy bien el guaro. Así fue amaneciendo.

A eso de las seis de la mañana llegamos a la casa de mis abuelos, que en gloria estén. Mi abuela brava por la bulla pero mi abuelo contentísimo (la abuela también en el fondo yo se que estaba contenta). El cabrón del Otto logró abrir una ventana y el muy cerote tiró una ametralladora para adentro de la sala, jajaja. Más brava se puso mi abuelita porque le habían ensuciado la casa.

Poco a poco se fueron cubriendo las otras casas, y cuando vine a ver eran casi las 8 de la mañana de ese primero de enero del 93. Me fui a dormir y la fiesta siguió como dos días más, y eso que ya traíamos aviada desde el 27 más o menos, pasando por el partido de solteros contra casados del que ya les contaré mas adelante. Que alegres recuerdos.

SERENATA # 2
Fecha: 12 de Agosto de 1994
Hora: 01:00 AM
Lugar: Algún lugar de la zona 11.

Sucesos:
Aquel día 11 presentamos nuestro seminario del colegio. Nos fuimos casi todos a nuestra fiesta en una disco que quedaba por el Camino Real. Ya pasadas las 12 se empezaron a ir los amigos y yo les dije a los que quedaban que me acompañaran a llevarle serenata a la Ana, mi primer enamoramiento. Solidarios y regalados que eran los cerotes, cuando me di cuenta ya habíamos 12 en tres carros listos para ir a tan caballeresca actividad. Llegamos frente a la casa de la susodicha y casi todos se colocaron en fila, yo me paré enfrente y tratamos de cantar “Por tu maldito amor”, aunque creo que cada uno iba por parte diferente.

Sé con seguridad que éramos en total 12, 11 pisados y nuestra amiga Silvia. El gran Lev Andropov estaba allí, también el Caballo, el Barillas, el Herrera, el Folgar, creo que Carlos Julio, el Galicia y el Derrick, aunque no estoy del todo seguro.

Al final a pesar del escándalo que armamos nosotros y todos los chuchos de dos cuadras a la redonda, ni las luces encendieron y nos terminamos yendo cuando el Caballo vio que de una casa nos estaban dizque apuntando con una mira láser. Para completar la mulada, les dije que se metieran a los carros y los arrancaran, yo me acerqué a la puerta, le metí dos o tres patadas y salí corriendo para el carro del Caballo mientras gritaba “dale cerote, dale” y me tiraba de cabeza dentro del legendario hyundai celeste. Que cachimbazo el que me pegué en el marco de la puerta. Paramos en una gasolinera, yo les agradecí a todos y cada quien para su casa.

Hasta el sol de hoy, la Ana jura que no nos escuchó, así que una de dos, o iba bastante bolígrafa de la fiesta o se fue a dormir a otro lado con alguien mas, jajajaja, La cosa es que me gané mi beso y aunque muchos aun dirán que qué mula fui, solo por los recuerdos valió la pena la chingadera, jajajaja.

SERENATA # 3
Fecha: 28 de Octubre de 1997 (día más, día menos)
Hora: 02:00 AM
Lugar: Algún lugar de la zona 11 (si, el mismo).

Sucesos:
Décimo aniversario de Danny´s Marisco Rock, The House of Elvis in Guatemala. Cerveza de barril gratis toda la noche. Con el gran Lev llevamos una piñata de lata gallo como regalo. Cuatro grupos rocanroleros para amenizar la noche. Llegaron un montón de cuates a la fiesta, incluido mi compadre el Feler, unos de la U, otros del Café, la Ana con su traido (si, también es la misma Ana del cuento anterior).

Cuando ya la borrachera era monumental nos fuimos en el carro del Feler. Íbamos allí aquel, un su cuate, el Lev y yo. Ya a medio camino para llevar al Lev a su casa los convencí de que me acompañaran a cantarle a la Ana, y resultó que estos pisados eran mas fáciles de convencer que los de tres años antes, jajaja. Prestos y dispuestos, llegamos a la casa de la mencionada fémina y la cosa se escuchaba más o menos así:

Andy: Aunque malgastes el tiempo sin mi cariño…
Feler: Nos estorbó la ropaaaaa!!!! (a pleno grito)
Lev: Ahora si nos van a salir a verguiar vos Andy.
Cuate del Feler: Hugooooooo, Hugooooooo (echando las tripas en la esquina).

Andy: … y aunque no quieras este amor que yo te ofrezco…
Feler: Grabé en la penca de un gran buey tu nombreeeeee!!!! (sin comentarios)
Lev: Vos, voy bien a talega vos.
Cuate del Feler: Silencio total (abrazado a un poste).

Andy: … la diferencia entre tu y yo talvez sería corazón que yo en tu lugar si te amaría…
Feler: jijijiji, Andy mas cerote.
Lev: Puta muchá, vámonos porque va a pasar la tira.
Cuate del Feler: Hip! Hip!

Otra vez como el perro arrepentido, con el rabo entre las patas, y doblemente jodido porque al día siguiente a pasar la goma en la oficina programando en Visual FoxPro (patético, lo se, pero eran los 90´s)

SERENATA # 4
Fecha: 11 de Noviembre de 2000 (llevando las muladas al nuevo milenio)
Hora: 02:00 AM
Lugar: Algún lugar de la zona 11. (otra vez el mismo lugar y qué pisados)
Antecedentes:
En el 94 el Lev y yo firmamos un pacto de bolos que nos obligaba a acompañar al otro a llevar serenata la noche antes que se casara nuestro amor del colegio, pues obviamente no sería con nosotros. Un sobre que encontré en mi casa aquella semana hizo que llamara al Lev y le dijera “mijo, el momento de cumplir el pacto ha llegado!”.

Sucesos:
Todo empezó jugando billar. De allí nos fuimos a la Casa Comal, Lev, Casasola, el Caballo y yo. Lev y yo a darle a los litrógenos gallo, y aquellos dos al botran añejo. Allí se nos unieron mi primo del alma y el mismísimo Larssen (checha para los cuates).Ya cuando estábamos algo entonados organizamos el viaje para la zona 11 y allá fuimos, los ya mencionados y dos pisados mas que yo no conocía pero que al oír a lo que íbamos se apuntaron de solidarios.

La principal variación era que esta vez todas las luces de la casa estaban encendidas. Parecían estar esperándonos, pero no, era que estaban en los últimos detalles de la boda, jajaja.

Esta vez si pudimos cantar más o menos coordinados “La Diferencia”. Pero después de eso vino lo mejor, los discursos, al pie de la ventana de la sala, voz en pecho y galío abierto.

Abrió la ceremonia el gran Lev diciendo algo mas o menos así: “Vos Ana, yo vengo aquí hoy acompañando a este cerote, el cerote del Andy vos, porque a mí si me consta que este cerote si te quería y mira desde cuando vos, pero ni modo, te casás por que querés, pero a lo macho te digo que a mi me consta que este cerote te quería”. Y unas cuantas cosas más que ya no recuerdo.

Después fue mi turno: “ Pues si muchá, este cerote tiene razón porque si le consta que yo si te quería vos, y venimos porque lo teníamos pactado, y para que conste en actas y no quede ninguna duda de los que estuvimos aquí hoy, te digo que estamos yo, un mi primo que no conoces, el larssen que tampoco lo conoces, dos cerotes que ni yo conozco, digan sus nombres muchá para que sepan que estuvieron aquí, y de los que si conoces el Lev, el Caballo y el Mario Casasola.

Y grita el Mario Casasola: “pajas, el Casasola no vino, es otro pisado que se parece a mí”.

Al final nos fuimos de allí, con el alcohol por los cielos, jajaja. Pero eso sí, en la tarde a eso de las 5 ya estábamos bien trajeados esperando entrar a la iglesia donde se celebraría la unión. Cuando si me chivié fue a la salida de la misa que pasamos saludando en la filita de los abrazos, porque me dice la mamá de la Ana “Que bien cantan Andy, pero para la próxima avisen que van a llegar” y todavía le digo yo: “Gracias señora, y eso que no nos agarró ensayados, pero no se preocupe que no va a haber próxima”. Después le di su abrazo a la Ana y luego al esposo que me saludó como si me conociera pero que yo no reconocí, hasta me preguntó que por qué no había llegado el Lev a la misa. De plano a este lo conozco de alguna chingadera me dije, pero después, quitándonos la goma con champagne en la fiesta me enteré que era el mismo cuate que había llegado al aniversario de Dannys en la serenata anterior, jajaja. Bueno, también me enteré que la señora nos quería invitar a pasar adelante a tomarnos algo, pero la Ana no la dejó. Ahora que lo pienso, si eso hubiera ocurrido, hubiese sido cuando menos, interesante y anecdótico, jajajaja.

Hasta aquí llegan mis relatos de serenata, por ahora. Porque hubo una que se salvó de que le llevara serenata, jajaja, como dice mi hermana, mi querida Morticia, pero se anticipó y me advirtió que nunca se me ocurriera, y eso que ya tenía a los cuates listos y dispuestos jajajajaja.

viernes, agosto 25, 2006

Cómo pasa el tiempo ¿va muchá, promo del 94?

Cómo pasa el tiempo muchá, a lo macho. Ahorita me estaba enterando en la tele que ya se cumplen 30 años de Rocky. Es como dice el viejo y conocido refrán: “Camarón que se duerme no mira cine pícaro”, porque con un poquito que uno se descuide, cuando viene a ver se le colaron unos cuantos años sin enterarse muy bien. Y es que hablando de aniversarios, mañana 26 de agosto se cumplirán exactamente 12 años de que terminamos el colegio oficialmente. Claro, en el 94 cayó un día viernes por eso va el post hoy.

Seguramente dirán que tengo alguna obsesión mal cuidada con el pasado, o algún tipo de trastorno mental, pero no, nada mas soy muy bueno para las fechas y mi cerebro parece programado a recordarme trivialidades todo el tiempo, aunque no vengan a cuento.

La cosa es que anoche medio desvelado me retorcía de la risa tratando de recordar más de algún detalle de aquel lejano viernes 26 de agosto del 94. Todo empezó con una clavada en los dos últimos finales, que no me acuerdo cuales eran. Al salir de los exámenes, la banda se puso a romperse los uniformes unos a otros y a tirar los pedazos a los árboles de la Reforma, lamentablemente las chavas no se dejaron, jajaja. Otros escribían recuerdos en las páginas en blanco del seminario, incluso uno que me puso que yo era una mierda y que ya nos veríamos en el infierno, aunque lo dejó anónimo y eso impide que tenga la oportunidad de saludarlo.

También se suponía que llegarían mariachis, para lo que dimos Q10 cada uno, pero nunca aparecieron. De allí nos fuimos a Cheers, donde descubrí que pasó con el pisto de los mariachis, así que me tomé gratis unas cuantas cervecitas. Entre las curiosidades, ese ha sido el único día en 14 años de ser amigos, que he visto bolo al Troll, quien por cierto esa mañana se había hecho novio de la Barrientos después de dos años de prácticamente serlo sin oficializarlo, a los dos días se pelearon, y para hoy irán ya 11 años y 363 días que no se hablan. Como a las 2 de la tarde, el Casasola regresó al colegio por su mochila, pero el director no lo dejó entrar, nadie sabe qué exactamente se dijeron uno al otro, aunque si se llevaban ganas, pero todo terminó en la expulsión del Casasola, varias horas después de terminado el bachillerato.

Al salir de allí nos fuimos a tomar fotos con el Darío y su carreta de shucos donde siempre comíamos, y que después de ese día no he vuelto, jajaja. El gran Lev, Vasni, Carlos Julio, y yo nos fuimos a comer a la casa del Caballo y a que aquel le robara el carro a su papá. De allí nos juntamos con el expulsado Casasola y el Nelson y nos fuimos a jugar billar a un lugarsucho de allí por la Bolívar. Para esperar la noche después nos fuimos a mi casa donde los cerotes tuvieron la cortesía de hartarse mi medio galón de helado de cereza de la Pops.

Al final de las cansadas nos fuimos para Rumors, una pseudodiscoteca que quedaba allí por el Camino Real, donde llegó bastante mara de la promoción, todos los ya mencionados, mas el Seijas, el Barillas, el Herrera, la Silvia, la Biana, la Ana, la Vivi, el papá de la Vivi, que se echó los tragos con nosotros esa noche, el Carrillo, el Derrick y algunos mas que no recuerdo. Después le tocó al Caballo hacerla de taxista como con 10 cerotes en el carro.

Más o menos así transcurrió el día que marcó el cambio entre la irresponsabilidad del colegio, los años relajados de la secundaria y la vida real. Así pasó aquel día en que terminaba una etapa y empezaba la verdad. Todos tomaron caminos separados, a muchos, mas de la mitad, no los volví a ver después de ese día. En mi caso particular, dos días después, lunes, me presenté donde tenía que hacer prácticas y me dijeron que de prácticas nada, que ya era chance, así que pasé mas de un año pidiendo de favor que alguien me cambiara mi cheque porque yo aun era menor. Desde entonces seguimos echando pija en los chances sin parar, gracias a Dios.

No me queda más que aprovechar este espacio para mandarles un gran saludo a todos los amigos y amigas con los que compartimos semejante experiencia y espero que se caguen de la risa un poco recordando cuando éramos unos ishtos irresponsables y chingones, aunque no creo que más de tres o cuatro lean esto. Del colegio ese mejor ni digo nada, solo se que aun estarán agradecidos de que por una u otra razón nos largáramos de allí, jajajajaja. A todos mis apreciados lectores y lectoras les pregunto ¿será normal que yo me acuerde de todo esto? ¿Ustedes se acuerdan de cuando les tocó a ustedes? Hay me cuentan pues.

martes, agosto 22, 2006

Yo también me fui.

Estaba leyendo un post muy bueno titulado “El que se fue”, escrito por JCab en su blog Mafaca. Es un retrato muy fiel de lo que a muchos nos ha pasado y quiero escribir algo muy parecido aquí, pues me identifiqué con lo que cuenta. Antes de empezar, JCab, gracias por la idea y mis disculpas si parece plagio, pero tocaste un tema que no me gustaría dejar pasar y nunca se me había ocurrido verlo de la forma en que vos lo enfocaste. Bueno, vamos a tratar de contarlo aunque salga casi igual.

Apenas recuerdo la primera vez que fui, con algo de uso de razón, al aeropuerto. Ni siquiera entendía bien qué era ese lugar, solo me acuerdo que había frío, gente abrazándose y algunos llorando. Pero la familia estaba alegre, reía en lugar de llorar. Había emoción en la casa aunque yo no comprendiera muy bien porque. Venía la tía desde España, un lugar que debía ser muy lejos según mis pocos años me ayudaban a deducir. Llevaba unas maletas más grandes que yo, y estuvo un tiempo en la casa. Mis abuelos estaban contentísimos, y todos la abrazaban. Traía regalos, adornitos, dulces, una cantidad de cosas que me llamaban la atención. Unas semanas después volvimos a ir al aeropuerto y entonces sí, mi familia era de las que lloraba. Regresaba a España la tía.

Al poco tiempo fue la otra tía, la gemela de mi madre, que volvía de Estados Unidos, otro lugar que seguro quedaba lejísimos, pues yo ni me acordaba de ella, aunque me hablaran siempre de ella, y del primo que tenía allá, lejos. Todo fue parecido, pero con la otra mitad de la familia.

Con los años fui entendiendo de qué se trataba, y fui aceptando el ritual que cada año se desarrollaba. Siempre frío el aeropuerto por ser fin de año. Recuerdo ir en el carro con mi viejo, viendo la hora, y pararnos arriba, agarrados de la baranda estirando el pescuezo para tratar de ver el momento en que llegaran. Veíamos al recién llegado, lo saludábamos, reíamos y bajamos corriendo a esperarlo en la salida de pasajeros. Desde entonces fue algo que se ha repetido muchas veces, con mis tías en España, un par de tíos, la tía en Norteamérica, un primo, y sobre todo mi viejo, que aunque las veces que se fue nunca era por mucho tiempo, eran una ausencia que pesaba, o cuando se ha ido mi madre, que el viaje mas largo ha sido de un mes pero yo parecía chucho abandonado esperándola.

JCab lo relata muy bien. La noche de la llegada nadie se iba a dormir aunque estuviera muerto de sueño, la comida típica infaltable en la mesa, los frijolitos colados, un churrasco chapín, tamales, paches, unos chorizos, un buen chirmolito, chile, tortillas bien calientes, un botella de venado, unos litros de gallo o lo que fuera que le gustara al visitante. También se valía el tierno, jugoso y crujiente. Las conversaciones normales, poniéndose al día, que se murió el viejito de la colonia, que le cambiaron vía a la cuadra, que ese edificio no estaba, que fulanito ha estado malo pero parece que ya mejora, que la cosa allí va, que con este presidente a lo mejor. Y allá ¿cómo estás?, contanos como es todo, si has conocido bastante, el trabajo debe ser duro. Con los días, y tal y como lo dijo Jcab, la ruta turística. La Antigua, Amatitlán, Atitlán, el Puerto, Xela, Esquipulas, y a donde se pudiera ir. En nuestro caso, las primeras visitas no incluían el cementerio, ahora lamentablemente ya es un punto obligatorio en el itinerario, para las dos ramas de la familia.

Así, pasaron los años. Yo fui siempre al aeropuerto a traer a la familia, desde que era un bebé, después como chavito travieso que casi me tenían que tener amarrado y no descuidarme porque era capaz de caerme por la baranda e ir a dar al primer piso. Después como adolescente con su desinterés y apatía normales de la edad. Desde que me tenían que llevar en brazos hasta que era yo quien los llevaba en el carro, después de que mi viejo se marchó a un lugar de donde no se regresa. Desde que me abrigaban y mi madre me arrullaba para que no me diera el frío hasta que los de emetra me pusieron una multa por mal estacionado.

Ahora, soy yo el que está lejos, soy yo el que se fue, soy yo a quien van a esperar al aeropuerto cada vez que se puede desde hace algunos años. Soy yo quien sueña con ese momento en que después de sellar mi pasaporte camine un poco y mire hacia arriba, hacia la misma baranda, buscando con ilusión las canas y la risa de mi madre, las ojos de alegría de mi hermana, el brazo en alto del hombre en que se convirtió mi hermanito, quien lleva a los otros a buscarme. Ahora soy yo el que mira para arriba buscando la boina de Jorge, los saltitos de la Vivi, los pelos despeinados de la Patty. Ahora soy yo quien después de recoger la maleta se apura a ver para arriba buscando la barba del Primo y el saludo de su esposa, los colochos de la Laly y en su mano una gallo bien fría, la melena del gran Lev y su abrazo siempre sincero, la frente del Caballo, cada vez mas grande o los bigotes del Mario y en sus brazos mi sobrina postiza. Ahora soy yo el que pregunta como están todos, que cambios ocurrieron, falta alguien, ha nacido alguien, como van los rojos. El que lleva el tiempo organizado para tratar de verlos a todos aunque sea un día, el que va al mercado central a buscar artesanías. El que pide que en lugar de cena le tengan unos shucos del liceo esperando la llegada.

Sí siempre asocié el aeropuerto con clima frío por la época del año en que solía ir, ahora son dos las sensaciones. Un calor de hogar increíble cuando estoy llegando, y un frío desolador cuando me voy de nuevo. Ya han sido varias las despedidas, desde la primera cuando no sabía cuanto tardaría en volver.

Bueno, eso era más o menos lo que les quería contar inspirado por el post de JCab. De nuevo mi agradecimiento y el ofrecimiento de mis disculpas por el plagio solapado.

jueves, agosto 17, 2006

Aaahhh…pero eso sí...

La historia del “Aaahhh pero eso sí” es casi una leyenda urbana que con los años ha ido formando parte de nuestra tradición oral guatemalteca, tan rica en anécdotas. Incluye de todos los ingredientes, sexo, autoestima, posesiones demoníacas, pornografía, inmadurez. Todo un coctel de emociones. Ocurrió allá por el año 97, aunque la fecha exacta se ha perdido con el paso del tiempo. Aparece aquí hoy porque lo ofrecí hace algún tiempo, además, conozco directamente a los involucrados, que son amigos míos, y si van a pasar un rato avergonzados y nosotros riéndonos de ellos pues me alegra colaborar en eso.

Se las dejo tal y como me la enviaron, para que no haya ninguna desviación en el rigor histórico, solo hago la anotación de que en paréntesis y con letra cursiva están mis comentarios.

Aaahh…pero eso sí. (Narrada por Christian)

Era una tarde soleada, calurosa, nuestro ímpetu de jóvenes desbordaba (esto sonó hueco, hueco), la emoción de la música corría por nuestras venas, nuestro grupo lo conformaban mas integrantes (no recuerdo sinceramente)(además de los presentes,el oliver, ludwin y el hermano de ludwing) pero esa tarde en la casa de Julio solo nos habíamos juntado para ensayar tres, Julio como anfitrión, el chamuco (Vinicio) y yo (Christian).

Quisimos, intentamos, mas nuestros ingenuos y toscos por no decir inútiles esfuerzos por interpretar algo eran obstaculizados por el poco conocimiento del arte. (Hasta nombre tenía el grupo, Palabras Mágicas le decían).

La plática se extendió y para variar, Julio quiso hacer gala de los actos que tanto había querido copiarle a Oliver, era su 'mijo' decía Oliver. Julio contaba con gran ilusión que había visitado a unas sexoservidoras (putas) y que había dejado de ser casto, o simplemente que con todo gusto una doña del lugar lo había violado.

Surgió entonces el nerviosismo, las obvias preguntas desbordaban:

¿Y vos ya Christian? (Julio preguntando si Christian ya había echado un palito)

¿Qué hacer? me preguntaba, contesté: "No, yo soy virgensito" (pudoroso el Christian) dije sobriamente mientras él se creía superman y esbozaba una risa burlona con dentadura de frijol pues casi no se lavaba los dientes. El interrogatorio seguía:

¿ Y vos chamuco? (La misma intención de la pregunta a Christian)

Vi las heridas aun cortantes de sus recuerdos en sus ojos, se adelantó y contestó: "No, yo tampoco". No se ni como ni de donde pero yo recuerdo verle la expresión del jefe malo de los gremlins, aquel que quería matar a Gizmo, transpirado sobre su cara y diciendo:

"aaahhh, pero eso sí… me echo unas pajas que jaaa!!" sin titubear y como con la vista perdida en visones de revistas leídas. (Eso pasa por responder lo que no preguntan, con un “no” bastaba)

Para cuando recobre el sentido aun corrían lagrimas de risa sobre mis mejías, estaba en otro lugar de la casa y al volver a verlo veía como su ingenuidad e inocencia habían regresado a aquel rostro que contemplaba las revistas playboy que el hermano de Julio tenia. Así nació la historia. (Y no la vamos a dejar morir, porque de esto nos reiremos el resto de nuestras vidas, es mas, esperando estamos a que los hijos del Chamuco tengan edad suficiente para contarles semejante historia de su papá)

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Bueno, aquí les dejo el relato mis dilectos amigos, yo se que parece un cuento salido de la dimensión desconocida pero es la mas pura verdad, esto ocurrió, son personas reales y que probablemente mas de alguno de ustedes conozca, es mas, si me mandan un email les puedo dar los nombres completos de los involucrados por si encima es alguien que creen que conocen pero no están seguros, jajaja.. Aunque ustedes no lo crean, y como decía el de “la calle donde tu vives”…Como me lo contaron se los cuento.