miércoles, abril 26, 2006

Y yo...¿Qué español estaré hablando?

Esto se me ocurrió hoy porque anoche viendo la tele pasaron un anuncio de un DVD y decía que se podía poner en “español de Argentina”, “español de México” o “español neutro”…¿Qué es el español neutro? ¿Dónde se habla el español neutro? ¿Quién decide que es español neutro? A estas alturas del partido me vengo a enterar de que hay Español Neutro, como que fuera jabón para trastes, cacharros o trastos, que cada vez que los lavo se me cae un poco de agua y me toca pasar el trapeador, la fregona o el coleto, según a quien se lo pida, jajaja.

Se que es una insignificancia pero ya no tengo ni puñetera idea de qué manera estoy hablando. En serio, porque aunque yo creo que mi acento no ha cambiado la mayoría me dice que sí. Vamos a ver si me explico.

Llegué a España hablando como todo buen chapín, y aunque de allí si estoy seguro que no se me alteró para nada el acento si que me tuve que adaptar a los ligeros cambios en ciertas palabras, como decirle patatas a las papas, o coche al carro y no al marrano. Pero eso de la zeta pronunciada si en ningún momento se me pegó, como a muchos que a los dos meses ya pronuncian con zeta hasta “ozo”, y lejos de parecer español se oyen como imbéciles. Pero ese es otro tema.

Después llegó el turno de Venezuela, una segunda adaptación, como decirle jojoto al elote, o chayota al güisquil, o patía a la sandía. No me costó mucho porque aunque me de vergüenza decirlo, desempolvé mi vocabulario novelero y de allí rápido agarrarle la onda. Yo si vi “Leonela” y que pisados, jajaja. ¿En qué año fue eso? ¿84? ¿85? Apenas me acuerdo de la canción que decía algo así como “soooooy el ladróóóóón de tu amor…” jajajaja. Es que en ese tiempo había que ver lo que los grandes decían, jajaja.

Ahora que lo pienso lo que mas me costó fue tratar de “tu” a toda la gente, incluidos los hombres, porque en mi querida Chapinlandia hablarse de “tu” entre hombres es como de huecos o morros, o de parcha según el venezolano, jajaja. Que yo recuerde nunca he tratado de “tu” a ningún cerote, bueno a veces si, pero no de “tu” a secas, sino de “tu madre”, jajaja. Esa fue otra, explicar la gran palabra cerote, palabra versátil donde las haya, porque esa si no se me quita del vocabulario de ninguna manera. Pero volviendo a lo de “tu”, eso también implica cambiarle el acento a las palabras, porque uno está acostumbrado a decir “calláte”, “comé”, “escondéte”, “mirá”, etc., etc., etc., y todo eso cambiaría a “cállate”, “come”, “escóndete”, “mira”, así con todo, entonces se vuelve un poco enredada la cosa. Y por no entrar a las expresiones de uso diario porque no me alcanzaría el espacio de blogger para explicar “como es la vaina”.

Total, que cuando llamo a Guatemala oigo a la mara hablando raro, cuando llamo a España oigo a la mara hablando raro y aquí sigo oyendo a la mara hablando raro. Y para terminar de encachimbarme, cabrearme o arrecharme, siempre que alguien me oye hablar me pregunta si soy mexicano, a lo que yo respondo según el caso:
A. ¡Que huevos vos cerote!
B. ¿No te jode tío?
C. ¡Que arrecho pana!

Solo dos personas me han preguntado directamente si soy de Guatemala, uno fue un hondureño que después de vivir no se cuantos años en Rusia ahora tiene no se cuantos aquí, y todavía reconoció el acento y la otra fue una chava, tía o chama que estuvo de misionera allá “por’onde yo”, jajaja. Saludos a todos

jueves, abril 20, 2006

¿Ya pasó semana santa?

¿A mí porque no me avisaron? ¿Donde quedó el descanso?
Hasta hoy me vengo a dar cuenta de que ya pasó Semana Santa. Bueno, suena un poco exagerado pero mas o menos cierto.

Hace años que no trabajaba tanto en semana santa, jajajaja. Haciendo memoria creo que no trabajaba en Semana Santa desde 1996, pero de todo toca en esta villa del señor.

Una Semana Santa atípica por completo. Ni siquiera me pude acercar a la playa, aunque eso no me importó porque no me gusta, pero aquí no hay lago de Atitlán así que también me quede con la gana de ir allí, estuve de traje y corbata hasta el jueves, me vacunaron contra el sarampión, tuve que ayudar a organizar dos jornadas de vacunación también contra el sarampión para un montón de gente, tuve que ir a un evento que se llamaba “estallido de guerra” y no tenía que ver con militares sino con feligreses de algún culto raro muy al estilo de los telepredicadores gringos aunque allí no entré del todo. Cortesía de la vacuna mencionada no pude ingerir alcohol dos días pero daba igual porque de todas formas estaba trabajando y el viernes que descansé me dio cargo de conciencia porque ustedes saben que de vez en cuando nos da un ataque de culpa católica. El sábado me toco trabajar de nuevo y el domingo traté de dormir lo mas que pude, aunque no fue mucho.

Total, que nada de lo que acostumbraba para la Semana Mayor. ¿Ustedes como lo pasaron? Ayer, miércoles 19 de abril fue feriado aquí en la República Bolivariana de Venezuela, pero tampoco me enteré porque igual tuve que trabajar. En fin, que algún día me pongo al día con el ruletero y sigo posteando regularmente. Saludos a todos y gracias por seguir pasando.

sábado, abril 01, 2006

Serendipiti

La palabra como tal no tengo ni idea de lo que significa y la verdad es que tampoco tengo ganas de ponerme a buscarlo en la red. Este post se titula así porque es el nombre de una película que vi un día de estos. En realidad es una cursilería pero eran de esas horas muertas en las que por una u otra razón no se encuentra nada que hacer aparte de ver televisión. La película en si, una de esas comedias románticas intrascendentes con la actriz Kate Bec-no-se-que (la que salió en pearl harbor) y el cuate este Cusack.

En resumen, los dos se conocen, en unas pocas horas se dan cuenta de que son el uno para el otro pero se separan sin saber siquiera el nombre completo o el número de teléfono. Luego de unos años y después de una cadena de situaciones ridículamente coincidentes terminan juntos y amándose para siempre, confirmando la idea de la tipa de que el destino lo es todo.

Ahora, lo que hay que preguntarse es: ¿Existe de verdad el destino? ¿Está nuestra vida ya determinada hagamos lo que hagamos? ¿Todo lo que hacemos son solo pasos que al final nos llevan a un mismo final?

Porque si es así, ¿Qué sentido tiene luchar todos los días? ¿Para qué levantarnos? En teoría daría lo mismo. ¿De qué sirve tomar decisiones? Si el resultado invariablemente sería el mismo. ¿Para qué los sueños, las ilusiones? ¿Para qué el esfuerzo, las penas, la alegría? ¿Para qué todo y nada?

Yo en lo personal no creo que haya nada escrito, me niego a aceptarlo. Nada parecido al destino, ya que nuestra vida es lo que nosotros hacemos de ella, y no un plan maestro escrito por alguien, sea quien sea. Antes creía que estaba predestinado nuestro nacimiento y muerto, pero no lo que ocurre entre ambos. Ahora ya no lo pienso así, porque aceptar que nuestro nacimiento era cosa del destino sin creer en el destino sería aceptar que el destino si existía para nuestros papás. Según veo ya me terminé haciendo bolas aunque al principio no era esa mi intención. ¿Y yo qué se?