domingo, enero 28, 2007

Novios del mundo que como yo son oprimidos...Únanse a mi reclamo!!!

Quiero lanzar desde aquí este inofensivo reclamo, en mi nombre y en el nombre de todos los novios oprimidos que como yo deambulan por el planeta subyugados por las féminas de turno que con sus encantos tratan de amoldar nuestra personalidad, nuestro criterio, nuestros gustos y hasta nuestros principios según los de ellas.

Inicio esto reconociendo que soy consciente de que una relación de consenso, bilateral, entre dos adultos que se atraen, con cierta afinidad, química o como quieran llamarlo, es muy importante hacer concesiones, ceder en muchos aspectos y alcanzar acuerdos en los que muchas veces se renuncia a nuestras preferencias en beneficio de la novia, o de “los dos” para ser un poco mas ingenuos. Hasta allí perfecto.

PERO, pero, peeeero, ¿Por qué putas siempre soy yo el único imbécil que termina cediendo? ¿Por qué me toca hacer todas las concesiones a mí?

Y de aquí parte el reclamo en concreto. No es justo que sólo cedamos y concedamos nosotros, ellas también tienen que hacerlo.

Por ejemplo, la música. Siempre han querido cambiar mi gusto por la música y para lo único en este mundo que soy un quisquilloso y un lleno de mierdas es para mis gustos musicales. Desde el clásico “esa es música del diablo”, pasando por los acostumbrados “oír eso es pecado”, “esa es música de drogadictos” hasta la que por ahora es mi favorita “esa música mata tu alma”. Y no podemos decir nada, cualquier intento de protesta termina en escena de lágrimas y mas frases clichés como “no me quieres”, “no me respetas”, “si me quisieras cambiarías”, y uno ni siquiera llega a decir lo que piensa, como que desprecia con toda su alma la mamarrachada pop que ella adora, o un “Mi amor, he oído esta música desde que tengo 4 años y no voy a dejar de oírla por vos, tan simple como eso, te guste o no”.

Después va la ropa. Si nunca he ido a la moda, no pienso empezar ahora. Me voy a poner siempre lo que a mí me guste y en lo que me sienta cómodo, se haya usado hace 10 años, hace 1 o nunca.

Y ¿qué me dicen de los deportes? Uno tiene que olvidarse de que el fútbol existe, pero ellas no pueden dejar pasar uno de esos programas cursis de chismes, que solo contribuyen a la ignorancia, o algún maldito “reality” de esos que hacen disminuir 15 puntos el coeficiente intelectual de quien los ve. “Mi vida, alquilemos una buena película”, perfecto, pero yo por “buena película” entiendo cualquiera de los seis episodios de Star Wars, o Die Hard, o Lethal Weapon, y no una mariconada de comedia romántica donde los chistes carecen del mas elemental ingenio. “Es que no tenés sentimientos y por eso no te emociona el romanticismo” me dijeron una vez. Y me quedé con la gana de decir que lo que estábamos viendo no era romántico, sino estúpido. Además, como prueba de que sí tengo sentimientos, reconozco en público que tuve que aguantarme las ganas de aplaudir cuando Darth Vader gritó “Noooooooo” al final del Episodio III.

¿Por qué la puta gana de hacernos leer cosas motivacionales o de auto ayuda? Si a mí me gusta leer los chistes de Mafalda, de Dilbert, de Memín y de Capulina, ¿Por qué tengo que cambiarlos para empezar a leer algún libro del Cohello este? Noooo, para nada.

Se que podría seguir con temas como la comida, los amigos, el trabajo, las costumbres al dormir, los hábitos de ejercicios, las obligaciones religiosas, los compromisos sociales, el uso del Internet, etc., etc., etc., pero no quiero aburrirlos. Por eso, propongo lo siguiente:

A PARTIR DE AHORA, SE CEDE Y SE HACEN CONCESIONES AL 50%.

  • Yo no oigo rock, pero vos no oís pop. A partir de ahora, Jazz o música clásica.
  • Yo me visto como vos digas, pero viceversa también. A partir de ahora, a ampliar tu colección de tangas.
  • Yo no veo fútbol, baseball o fórmula 1, pero vos no ves “American next top model”, “American Idol” o cualquiera de sus versiones. A partir de ahora, documentales del History Channel o del Discovery.
  • Yo no veo porno pero vos no ves novelas. A partir de ahora Animal Planet.
  • Yo no alquilo “Star Wars” pero vos no alquilás “Titanic”. A partir de ahora cine independiente.
  • Yo no te llevo con los borrachos escandalosos de mis cuates, pero vos no me llevás con las ridículas idiotas de tus “amiguis”. A partir de ahora nos volvemos ermitaños.

¿Qué tal?

martes, enero 23, 2007

Los líos con el sistema de educación.

Hasta donde pude ver antes de volver de Guatemala este iba a ser un ciclo escolar atípico. Anticipando desde ya el tiempo que se perderá en Septiembre con las elecciones presidenciales, se decidió iniciar unos días antes para no terminar muy tarde en el año las clases. Nada funcionó como se suponía que debía funcionar porque todo mundo terminó haciendo le que le dio la gana. Perfecto. Ese no es precisamente el problema, sino la inestabilidad que se ampliará a lo largo del año hasta la entrega de notas finales donde todo será un camote de cuidado. Pero mal que bien, el ciclo escolar al final arrancó y allí va. Nada tan drástico como el año que las instituciones públicas y algunas privadas ganaron por decreto gubernamental. ¿85? ¿86? Uno de esos años fue.

Por aquí en tierras bolivarianas los líos son otros. La gente ya está anticipando una posible reforma educativa por medio de la cual todos piensan que el presidente iniciará un trabajo sistemático de adoctrinamiento para el estudiante, de forma que cuando llegue a adulto no cuestione de ninguna manera su ideología político y su forma de gobierno. Incluso la gente recuerda una situación similar hace algunos años ante la cual respondieron con el lema de “con mis hijos no te metas”.

Por otro lado, algunas personas que se manifestaban contra un posible adoctrinamiento político mostraban pancartas del tipo “queremos educación católica para nuestro hijos”. Es la misma cosa. Tan simple como eso. Igual es adoctrinamiento, uno político y el otro religioso, pero ambos excluyentes para el resto de formas de pensar. Eso no puede darse y menos en la formación de los alumnos. Si cuando estos sean adultos deciden elegir uno u otro camino y excluir los demás, pues que lo hagan pero por su propia decisión y no influidos por años de adiestramiento.

Según mi políticamente ignorante forma de ver, la educación debería ser lo mas apolítica y lo mas laica posible. Por lo menos la educación pública, la educación privada que haga y enseñe lo que le de la gana. En el caso de la religión, el estado no tiene por qué educar religiosamente al niño, eso es obligación de los padres y esa educación debería ser recibida dentro del hogar y no en las aulas. Si la gente quiere una educación basada en el credo de su conveniencia, que busque un centro educativo privado con el que concuerde y haciendo uso de su pleno derecho de elección que meta allí al niño y se acabó. Tanto si quieren educación católica, evangélica, sabatista, judía, islámica, hindú, moon, fatalista, apocalíptica, diabólica o lo que les de la gana creer. Seguro que más de alguna opción que se ajuste a sus requerimientos encontrarán. Pero no se lo exijan al estado.

Y en cuanto a un adoctrinamiento político pues lo mismo. Allí es el estado el que debe respetar y abstenerse de tan lamentable actitud. En ese sentido debería enseñar al niño una realidad lo más imparcial posible, pues si el sistema que prédica y defiende es verdaderamente efectivo, correcto y eficaz, lo demostrará con hechos y no necesitara del convencimiento dogmático de futuros adeptos.

Total, y ¿yo qué putas voy a saber de ni mierda de esto?, cuando en realidad hay tanto y tanto aspecto del cual preocuparse. Lo único que reconozco es que entre políticos, clérigos de la denominación que sea, profesionales de las armas, iniciativa privada y cualquier forma de vida en el poder, nos tienen rodeados y jodidos.

miércoles, enero 17, 2007

Hace 30 años se casaron mis papás.

Este es un post alegre y triste a la vez. Sí Don Pedro viviera, este lunes 15 de Enero de 2007 recién pasado coincidiendo con una celebración más del Cristo Negro de Esquipulas, mis señores padres hubieran cumplido 30 años de Sagrado Matrimonio. Yo, como siempre he sido un irresponsable olvidadizo, vengo publicando esto dos días después, pero lo que vale es la intención.

Sí, como si nada 30 años. Doña Nelly, mi santa madrecita, recibió este nuevo aniversario recordando a Don Pedro y todos los sucesos de aquel lejano día.

Eso estuvo alegre muchá, según me han contado, claro, porque no quiero ningún comentario fuera de lugar sobre los bebés prematuros, ya que tengo pruebas fehacientes de que mis viejos no se casaron con prisa, pues yo nací 11 meses y medio después del enlace religioso.

Primero los nervios normales de los dos ilusionados contrayentes. Como mi madre es originaria de la hermana república de Zacapa, hubo desplazamiento geográfico de asistentes al acto desde la capital del mundo, Jumuzna, hacia la capital del país, Guatemala. En cuenta los abuelos. La Abuela Elfa, previsora como siempre, se vino varios días antes, pero Don Agusto, más conocido como Tío Guto, emprendió el viaje hasta el mero día de la unión, pero para variar los atrasos en las carreteras y ya con la novia dentro del carro y frente a la iglesia, Tío Guto no había aparecido. Los abuelos paternos, Don Vicente y Doña Bernarda no tuvieron esa complicación pues para mas comodidad mis papás se casaron en la Iglesia de por la casa, La Villa de Guadalupe, pero no en la iglesia de ahora, sino en la que está en la calle de atrás, que fue la que se utilizó mientras se reconstruía el templo después del terremoto. Los casó un monseñor alemán, párroco de la Villa por aquel tiempo, no recuerdo bien el apellido pero sonaba como “Hann”, o algo así.

Pasó la misa con el consabido resultado, o como decía mi papá, “yo no me casé, la que se casó es mi esposa”. Después la concurrencia se dirigió a la casa, donde estaba listo el purrún, con el único detalle de que el Abuelo Vicente tuvo que irse a acostar pues estaba bastante enfermo, incluso se temió que no pudiera asistir a la misa pero el legendario Don Chente se entacuchó y no se perdió tan magno evento.

Como el tema de las bebidas era un poco delicado porque muchos de los comensales, invitados de ambos lados, eran muy buenas manos para la ingestión alcohólica, mi viejo también muy previsor, encargó cinco galones de la mejor y más exclusiva cusha zacapaneca. Para no estar sirviendo de traguito en traguito, mi Tío Roberto se encargó de hacer una su mezcla en una olla tamalera, poniendo coca-cola, rodajas de naranja y de limón, la mencionada cusha y que la gente se sirviera con cucharón. Lo que nadie previó, fue que el tío Roberto preparando el “ponche”, aprovechó para irlo probando y probando, de forma que para cuando empezó la fiesta ya estaba cruzando las piernas y dando un paso para adelante pero tres para atrás según cuentan, jajaja.

El musicón, inolvidable según me dijeron. Llegó la Marimba, con lo que todos bailaron alegremente al son de los clásicos de nuestro instrumento nacional. Para redondear la variedad y el espectáculo, también llegó el grupo o como se decía en aquel entonces, el conjunto Siglo XX, que según me han dicho era bastante bueno, solo que no tengo ni idea que música tocarían, no se me había ocurrido preguntar hasta ahorita.

Total, que la noche avanzó, la gente chupó, bailó, se hartó, porque dicen que había comida por montón, estuvieron contentos y eventualmente se fueron marchando. Los que se tenían que quedar, se acomodaron como pudieron en las camas disponibles, la mayoría jatiaditos y a lo ancho para que cupieran mas, jajaja.

Los flamantes y enamorados novios iniciaron la Luna de Miel al día siguiente, recorriendo el occidente del país. 11 meses y medio después, aparecí yo en escena. Tres años y medio después de mí, llegó mi manita. Y seis años y medio después de mi manita, llegó mi manito.

Fue el matrimonio de mis papás algo ejemplar para mí. Claro, como cualquier otro tuvo sus altibajos, sus alegrías, sus tristezas, sus complicaciones, sus bendiciones, de todo. Duró 22 años, 5 meses y 2 días, cuando aquello de “hasta que la muerte los separe” se hizo lacónicamente cierto con la partida de Don Pedro. Dios sabrá por qué.

Madre mía de mi alma: Solo llevo 5 días lejos otra vez, pero desde el primer día estoy soñando con el regreso, que se producirá antes de que nos demos cuenta. La extraño mucho y la quiero infinito. Gracias.

Papá: Gracias. De alguna forma quiero creer que leerá esto y se reirá un rato al recordar todo lo que vivieron juntos. Lo extrañamos cada minuto de la vida, todos, pero allí vamos para adelante.

Muchá, mejor digamos ¡SALUD!, por el aniversario de mis viejos, porque sino me voy a terminar poniendo chillón. Hay nos vemos pues.


domingo, enero 14, 2007

Ahora sí, como que ya empezó el año.

Bueno, así que se diga que empezó, empezó, empezó, tampoco, por lo menos no hasta mañana lunes 15 que tenga a bien presentarme en la oficina. De momento sigo en horario de vacaciones y festividades de fin de año.

Un fin de año muy interesante por cierto, después de cuatro al hilo de pasarlos solo y lejos de Guatemala. Después de 42 días en la tierra de la eterna primavera, el saldo es positivo. Sobre todo porque la práctica totalidad de esos días los pasé en mi casa, con mi madre, con mis hermanos, con el resto de la familia, con los amigos y amigas y hasta con los chuchos.

Muchos me han preguntado qué opino sobre el país y he decidido no responder pues no me creo con derecho a hacerlo, considerando que solo vine de vacaciones, en pleno viaje de placer y que las impresiones que uno puede percibir en esas condiciones pueden ser muy distintas a la realidad. Cuando vuelva definitivamente entonces podré opinar. Aun no.

Por lo demás, los normales altibajos que se encuentran después de una ausencia. Encontré gente nueva, bendiciones en forma de bebés, encontré nuevos casados, encontré amigos nuevos (Pirata y Alecsya: ¡Salud! Espero verlos de nuevo en mejores condiciones, condiciones mías por supuesto, jajaja), encontré a los amigos de siempre siguiendo su camino por la vida sin mayor sobresalto. Lamentablemente ya no encontré a algunas personas que se marcharon para donde no se regresa, pero eso también es parte de la vida.

El viaje como tal, lo considero concluido a partir del sábado 6, pues el resto de días fue utilizado para ultimar detalles y aunque físicamente aun estaba en Guate, mentalmente ya estaba por aquí.

Es precisamente ese sábado 6 el que me ha llevado a escribir esto, pues en el marco de la ya clásica despedida, se me pasó la mano con los tragos, y cuando digo se me pasó, es porque se me pasó en serio, como hacía años no se me pasaba. Ofrezco desde ya mis agradecimientos a mis hermanos por haberme cubierto en la posición de anfitrión y mis disculpas a todos los asistentes a tan magno acontecimiento por las “desatenciones” que hubieran podido darse fruto de mi avanzado estado etílico. Pero bueno, el domingo 7 fue un día de meditar, de hacer examen de conciencia, de pasar la goma. Y mientras trataba de recordar cuando exageré con los tragos de manera similar a este sábado recién pasado, retrocediendo prácticamente al año 95 en una ocasión y al 2000 en otra, pues no creo contar en mi haber con mas de tres borracheras del mismo calibre, hice balance de esa tarde-noche: Chupé, bailé, grité, maltraté, lloré, abracé, besé, reí, corrí, empujé un carro, entre otras cosas, y sólo pude llegar a una conclusión, resumida en las sabias palabras de la Laurita: !Y qué pisados!. Es impresionante lo liberador que puede ser una perdida de control como la que tuve, ahora veo todo mas claro y quitando toda esa tensión acumulada puedo afrontar de manera mas directa este nuevo año. A lo mejor vuelvo costumbre un desequilibrio mental como el del sábado para cada inicio de año. Además, tampoco fue tanto descontrol, ya que nadie terminó en la policía o en el doctor.

En fin, que aquí estamos y aquí seguimos, dando por inaugurado oficialmente y para todos los efectos el año 2007 en el Ruletero. ¡Salud!.