sábado, julio 28, 2007

¿Qué canciones cantarían muchá?

Estaba pensando que ya hace unas semanas no los torturo con un post dedicado a la música y esto es lo que se me ocurrió ahora. Vamos a ver.

Todos, y estoy seguro que todos, tenemos alguna o algunas canciones que nos dan ganas de cantar. Aquí entran en escena los más variados géneros musicales sin distinción. De una u otro forma, el ritmo, la letra, la estructura, los recuerdos, cualquier cosa asociada a estas canciones nos hacen cantar. Alegres, tristes, fumadas, sean como sean.

Ahora, imaginen que tienen un escenario a su disposición, un grupo de músicos preparados, gente en el público y la oportunidad única de cantar esas canciones.

Yo les voy a decir las que yo cantaría. No por fuerza son mis canciones favoritas, no son las canciones que mas me gustan, pero son las que por alguna u otra razón me gustaría estar subido en un escenario y cantarlas, tomándome un par de tragos.

VERTIGO – U2

WHISKEY IN THE JAR – Metallica.

THE NUMBER OF THE BEAST – Iron Maiden

PARANOID – Black Sabbath
(sí, ya se que nunca falta un bolo que pide Paranoid, por eso la incluiría, jajajaja)

THE BEATLES MEDLEY
(Help!, I need you, I´m a loser, The night before, Something, Day tripper, Octopus Garden, Dizzy miss Lizzy, She loves you, Eleanor Rigby, I saw her standing there, Taxman, Wait, etc.)

VIEJADAS MEDLEY
(El último beso, Fue un café, El Bardo, El Extraño del pelo largo, Ayer tuve un sueño, Momentos, Mi plegaria, Si te acuerdas de mí, Mírame, Lloraras, Buscándote, Te lo pido de Rodillas, La lluvia caerá, Y hoy lloras por mí, etc.)

PERSIANA AMERICANA – Soda Stereo.

DAZED AND CONFUSED – Led Zeppelin.

ELVIS PRESLEY MEDLEY
(Suspicious mind, the wonder of you, Always on my mind, Its now or never, Heartbreak hotel, The jailhouse rock, etc.)

THE DOORS MEDLEY
(Take it as it comes, Light my fire, Love me two times, Love her madly, The roadhouse blues, LA woman, etc,)

SHE – Green Day

PAINT IT BLACK – The Rolling Stones

MOTHER Danzig

ANGRY AGAIN – Megadeth

AQUALUNG – Jethro Tull

Y bueno, de momento esas son de las que me acordé. Habría que trabajar en el orden adecuado para que encajen bien, tanto del set completo como las canciones de cada medley o popurrí., aunque básicamente sería una preliminar del repertorio de un grupo de covers, jajaja. Pero por eso no soy cantante, solo canto de vez en cuando en el baño.

Pero ahora es el turno de ustedes, díganme que canción o canciones, del tipo que sean, les gustaría cantar aunque solo fuera una vez, pero poniendo toda el alma en ella. A lo mejor nos animamos y la siguiente visita del ruletero a Guatemala se convierta en gira, jajajaja.

domingo, julio 22, 2007

¿Quién dijo Gimnasios?

Empecemos diciendo que todos aquellos que me conocen, o que me han visto en foto por lo menos, pensaran que yo el único Gimnasio que conozco es el Teodoro Palacios Flores, y no precisamente porque jugara algún partido allí, sino de los tiempos en que íbamos a ver la lucha libre con mi viejo y mi abuelo. O también dirán que el otro gimnasio que conozco es el “7 de Diciembre” y porque enfrente nos estacionábamos para ir al anterior. O ya en las últimas, que a lo mejor el único que conozco es el gimnasio del Don Bosco de cuando participé en el concurso de Coros allá por 1987.

Pero en realidad no me refería a ese tipo de Gimnasio, sino a los otros, a esos donde hay pesas, aparatos de tormento, instrumentos de tortura, gente sudorosa y maloliente y toda una colección de hongos para los pies. Bueno, y siendo un poco sinceros, parecería que yo lo único que se de gimnasios es como evitarlos, pero fíjense que no, ya he asistido a unos cuantos y alguna idea tengo, pero ese no es el punto.

El punto es que los gimnasios, como centros sociales, terminan convirtiéndose en el muestrario de toda una colección variopinta de individuos e individuas, cual de ellos mas pintoresco que el otro. Por ejemplo, el pisado que cree que es Terminator y es mas flaco que la novia de Popeye, pero igual camina con los brazos abiertos como que le hubieran hueviado las sandías que traía. La señora que no tiene absolutamente nada más que hacer, y que llega con su libro al gimnasio, se instala una hora en cada aparato pero durante la hora solo tiene 10 minutos de tiempo efectivo, porque el resto lo pasó chismeando con la doñita de la par. La chava que se las da de super-culazo y es mas fea que pararse descalzo en un pedazo de popo, pero ella igual se pavonea como si fuera Angelina Jolie. El típico Poporopo que sí llega a molerse los músculos en los aparatos pero mira a los demás con un dejo de superioridad, cuando en realidad debe ser la envidia de que el pobre mula tiene como 3 años de no comer nada mas que arroz blanco sin sal y un puñado de pasas, mientras piensa en las hartadas que se pegan los otros. La clásica hija de papi y mami que llega a hacer como que hace algo pero que al final ni falta le hace porque si está mera buena. Y algunos cuantos más, incluyendo al gordo voluntarioso, amable, educado, limpio, buen amigo, cortez, afable, motivado, como yo, que de una u otra forma le hace ganas la primera semana pero que después desaparece y nunca más lo vuelven a ver, aunque haya pagado el mes completo. (¿Seré yo maestro?)

Y anécdotas hay muchas, pero les cuento un par que si presencié. Había un señor ya algo mayor, que llegaba solo a trabajar pesas, se encaramaba un morongazo de libras para hacer piernas, y el esfuerzo lo obligaba a hacer unas caras bastante exageradas y hasta gruñía el compadre, en realidad parecía la niña del exorcista de lo desfigurado que se ponía. Hasta que un día se le acercaron otros dos señores y le dicen. “Vos cerote…¿Vos estás haciendo pesas para las patas o para la cara?”. Nunca más gesticuló tanto el cuate. En otro lado, el día que estaba llenando mi ficha de datos le pregunta uno de los instructores a otro chavo que iba llegando “¿Qué tal tu dieta vos?”, y el cuate responde: “Bien vos, no paso hambre, pero con lo que si ya no puedo es con tomarme la cucharada de aceite”. ¿Cuál cucharada de aceite?, preguntó el instructor. “Esa, la que aparece en la dieta”. Nooo mula, dijo el instructor, la cucharada de aceite no es para que te la hartés, es para que la uses para cocinar los alimentos. Brillante el cabrón pensé.

Y ustedes se preguntarán ¿A qué viene todo esto de gimnasios? Pues a nada en particular, pero es que acabo de ir a ver un gimnasio a media cuadra de la oficina, porque me hice exámenes y los resultados del colesterol y los triglicéridos chingaron la máquina, entonces el doctor se emputó un poco y me mandó a caminar una hora diaria por lo menos, pero es mentira que yo me voy a levantar temprano para salir a caminar dándole vueltas a la cuadra. En cambio, si pago una mensualidad aunque sea barata y de paso está el aliciente de que por lo menos un par de chavas voy a ir a controlarme, esa es otra historia. Pero de todas formas, ahora que lo pienso, lo de pagar tampoco es una garantía tal y como lo mencionaba antes, porque ya me pasó dos veces distintas, que pagué la cuota de inscripción, la primera mensualidad y en uno de los casos fui 3 días y en el otro nunca regresé. Que huevos.

Ahora les toca a ustedes contarme algo acerca de los gimnasios.

domingo, julio 15, 2007

Yo no he leído el Quijote muchá.

No muchá, a lo macho. No he leido el Quijote, pero si nos ponemos en esas, tampoco he leído prácticamente a ninguno de los grandes de la literatura, hispana, inglesa, griega, latina o marciana.

Es una pena ahora que lo pienso, porque con total seguridad me estaré perdiendo de auténticas obras maestras de la palabra escrita, pero siempre que intento concentrarme y convencerme de que tengo que leer algún clásico se me atraviesa alguna novelita de ciencia ficción (para ser un poco mas preciso, cualquiera de los libros de Star Wars), o de espías, o de elfos y orcos y termino dejando al clásico en el olvido por un tiempo mas.

Para que se imaginen, ni siquiera los clásicos que leemos en la secundaría leí. En el colegio pusieron de moda un librito que se llamaba “Lecturas Básicas”, y lo había para todos los grados. En lugar de ser un compendio de obras completas, se limitaban a incluir un par de capítulos del libro original para que el estudiante apreciara el estilo, un resumen del libro para no quedarnos con la duda de que trataba y una serie de preguntas como tarea. Un resumen para cada mes y hasta allí llegaron mis buenas intenciones de leer “La hija del adelantado”, “La mansión del pájaro serpiente” y similares.

De los griegos, recuerdo que estaban La Odisea y La Iliada. Pues leí uno de los dos, pero no me acuerdo cual. Solo me acuerdo que salía Aquiles repartiendo morongazos a diestra y siniestra con más saña que los de la película 300.

Los poetas franceses, los librepensadores, los filósofos, los cuentistas puros, los literatos por excelencia, prácticamente a nadie he leído. Y fíjense que no me había detenido a pensarlo con seriedad hasta ahora que estoy escribiendo esto. ¿Será normal?

Miguel de Cervantes, Víctor Hugo, Dante, Rubén Darío, Dumas, Balzac, Schopenhauer, Dickens, Poe, Hemingway, Nietzsche, Goethe, Rousseau, Neruda, Márquez, Platón, Shakespeare son solo algunos de los grandes que no he leído, aunque sí, que sé quienes son y que mas o menos tengo una ligera idea de lo que han escrito, pero eso no cambia el hecho de que nunca los he leído. Y así como todos estos, puedo seguir mencionando unos cuantos que no han pasado por mis hábitos de lectura.

A ver ahora de donde putas saco tiempo para tratar de leer algo más de lo habitual. Pero si me quieren recomendar por donde empezar, en hora buena, acepto sugerencias.

Ahh, antes de que se me olvide, de Don Miguel Ángel Asturias si leí “El Papa verde” y “Hombres de Maíz”.

sábado, julio 07, 2007

Y a vos . . . ¿Cómo te gustan los shucos?

A mí me gustan así:

  • De chorizo y salami.
  • El pan bien tostado.
  • Con el repollo bien cocido y poco.
  • Sin mostaza.
  • Con chile.
  • Acompañados de una Orange Crush o una Uva.

Ese sería el set básico de un buen shuco para mí, aunque claro, me gustan de otras muchas formas.

Vamos a ir por partes. En primer lugar, para nuestros amigos internacionales, un Shuco, es la versión Guatemalteca de un Hot-Dog, y de hecho, no se llaman Shucos. Shuco, es un sinónimo local de Sucio. En el blog de Historias & Opiniones, hacen un estudio muy interesante sobre por qué los shucos se llaman shucos sin llamarse shucos. La idea es más o menos esa.

El Shuco promedio, se prepara calentando y llegando incluso a tostar el pan al carbón, poniéndole un poco de guacamol, una salchicha, un poco de repollo cocido, algo de mayonesa, ketchup, mostaza y según el caso, picante y cebollita picada. Ese es el Shuco original si lo podemos llamar de esa forma, pero a partir de allí han surgido infinidad de versiones como para mencionar de chorizo, de longaniza, de salami, de tocino, de salchicha de pollo, de carne, mixtos y demás.

Son una delicia de comida callejera. En cualquier zona de la ciudad pueden verse las incontables carretillas donde se preparan tan buenos panes. Aunque a huevos, hay lugares clásicos donde comerse un shuco es casi un ritual. Entre los mas conocidos podemos mencionar “Los Shucos del Liceo”, los del Campo Marte, los de Los Arcos en la Av. De las Américas, los de la Avenida Elena, los Alpina que estaban en los Museos pero que creo que ya no están, y bueno, cada uno tiene su gracia en lo particular.

Quiero desde aquí enviar un gran saludo a los Shuqueros, esos abnegados trabajadores que temprano en la mañana van empujando su carreta hacia el puesto que les corresponde, después de comprar los aguacates, el repollo, el limón y todo lo demás. Esperan que pasen los panaderos, los repartidores de embutidos, los del hielo, los camiones de gaseosas dejando unas cuantas cajas, van encendiendo el carbón y se preparan para cuando lleguen los Guatemaltecos a ingerir los sagrados alimentos de ese día, preparando los panes siempre con algún chiste, con alguna palabrota, pero con ganas.

Un gran saludo al que tenía su carreta atrás del Geminis 10 como en 1987, que de allí me llevaba los panes mi papá, nunca supe su nombre pero incluso mi papá lo casó (Las mejores mixtas de chorizo). Otro gran saludo al que se ponía en la esquina de la séptima av. y octava calle de la zona 1, en la esquina del Infantes, y que le comprábamos los panes desde la ventana de la clase (Con ketchup B&B). Otro saludo para el Campeón, del Campo Marte, que no es el mismo que el Champion que conocimos los del Infantes, siempre tenía la cebollita con culantro bien picada para ponerle a los panitos después de los ensayos de marcha, y que ya para el 95 se había mudado a la esquina de atrás de CC Los Próceres (Con una granizada y un poco de chilito, espectaculares para ir a estudiar después de gastar zapatos marchando). Más saludos para el Darío, que tenía su carreta en la Plazuela España y nos alimentó durante el bachillerato, siempre tenía chirmolito de tomate para los clientes VIP (Los mejores Shucos de carne asada del mundo). Mas saludos al Chepe, con su carreta en la séptima avenida y séptima calle de la zona 9, y donde comía por lo general durante mi primer año trabajando y muchas veces desayuné con un par de panes preparados por aquel (Siempre me guardaba mi Salvavidas Uva). Un lugar muy especial en los saludos para el legendario Aurelio López, El Chino, que en realidad era El Chivo, pero alguien oyó mal y le empezaron a decir Chino, con su carreta en la 6 calle de la zona 9, gran cuate y que más de una vez me invitó a almorzar. Se fue a los Estados Unidos pero me contaron que ya regresó (Los shucos mas amistosos de Guate. Una vez hicimos una apuesta, si el Caballo y yo nos comíamos 5 panes con todo cada uno, comíamos gratis, pero si nos faltaba uno, pagábamos el doble. Le ganamos al chino y honradamente cumplió su apuesta). Más saludos para el otro Chino, el de la esquina de la 11 calle y 5 avenida zona 10, con su ayudante y cobradora La Tonita (Los shucos mejor tostados que he probado). También saludos, como no, para el señorón de la caseta de Los Arcos, con sus Panes Jumbo, con dos chorizos, dos longanizas, dos salchichas, tocino y queso kraft, infaltables antes de toda jornada alcohólica en Dannys Marisco Rock (La hartada de shucos mas brutal de la historia, Salud Lev!!!). Al final pero no de último, saludos al otro Chino, un chino mas, el del Liceo, que ya ha amenizado un par de fiestas del Ruletero trasladando su carreta hasta el estacionamiento del susodicho. (Los mejores panes de chorizo y salami, indudablemente)

Y bueno, me imagino que olvidaré a muchos, pero es imposible con el tiempo y la distancia. Gracias a SCD que por su post de la Gallo me recordó los shucos.

Ah, y antes de que se me olvide, aquí en Venezuela, en algunas partes se les llama Asquerositos a los Hot-Dogs, así que no es solo nuestro el llamarlos sucios, jajaja.

Ahora les toca a ustedes. ¿Cómo les gustan los Shucos? Y aprovechen a mandarle un saludo a los shuqueros memorables que recuerden.

Las fotos las copió el SCD de Guate360, y yo se las copié a aquel.

domingo, julio 01, 2007

He caído de mi gracia. Ya bailé reguetón, muchá

Bueno, bailar lo que se dice bailar, técnicamente bailar pues no, pero si que me paré a media pista a mover mis anillos de músculo potencial, eufemismo que utilizo para referirme a mis llantas. Que huevos, lo sé, nunca pensé que sería capaz de caer tan bajo desde que hace 16 años bailé en una fiesta tratando de imitar los pasos que hacían todos al ritmo de Ice Ice Baby (saludos Kid). Pues aun después de eso, fue posible caer más y más. Yo, un rocker a muerte, un seguidor del metal. Seguramente fui víctima de una conspiración.

Perfecto, ya superé la etapa de la autocrítica y de las críticas de ustedes. Ahora les cuento un poco de cómo fue que ocurrió semejante acontecimiento cuando todos los que me conocen saben de mi mas que absoluta negativa a bailar no solo reguetón sino cualquier otro genero merengo-trópico-salsoso-mierda parecido.

Estaba yo muy tranquilo tomándome unas cervecitas y escuchando buena música en el mítico Hard Rock Café, sin meterme con nadie, relajado, cómodo, tuanis. Hasta que me llamó el moro, que después de 10 años por fin se iba para Túnez en dos días, que a saber si iba a regresar y que lo fuera a despedir al bar, que iba a trabajar todavía toda esa noche. Pues solidario con la mara, para allá me dirigí.

Mi intención era estar una hora cuando mucho, tomarme un par de cerbatanas y después irme a dormir. Va, la cosa es que el cuento se terminó alargando, el lugar estaba a reventar y había muy buena presencia femenina. En eso que aparecieron dos “chamas” cuatas del moro, entronas las jodidas y bastante potables como diría el primo. A mi ni me estaban pelando, porque lo que en realidad querían era que aquel autorizará a que no les cobraran la cuenta, aunque claro, si había que pagar la cuenta por ellas a mí ya se me habían ocurrido un par de formas de trueque, aunque no nos adelantemos. Al final las chavas se fueron a una mesa solas a darle duro a su botella de vodka.

Al rato aparecieron frente a la mesa donde estábamos, bailando de la manera más provocativa que se puedan imaginar. La que parecía llevar la voz cantante iba con un jeans, una blusita azul con el ombliguito al aire y botas. La otra, completamente de negro, en un pantalón ajustadísimo, un top y tacones, como ya dije, todo de color negro, y con la piel blanca como papel, el contraste era bastante digno de apreciar.

Yo siempre he tenido una perspectiva muy clara de mi umbral del ridículo, límite que señala lo que hago y lo que no, pero el desvelo, las cervezas, la calentura, ver las gotas de sudor recorriendo toda su columna vertebral y las curvas de aquella diabla, la verdad es que cuando me dijo que quería seguir bailando casi tiro por los aires la mesa, las cervezas y hasta las sillas para seguirla como perrito obediente de la mano hasta el centro de la pista. Y el umbral del ridículo quedó oficialmente en el olvido.

De la bailada en sí ni les cuento muchá, solo les digo que era un amasijo de carne por todas partes, una sobijiadera de campeonato y una restregadera de escándalo, cortesía del famoso reguetón de los huevos. Esta cosa es más sexual que el tango, la quebradita y la lambada juntos, es lo único que les puedo decir.

Total, que para no levantar falsas expectativas la noche volvió a terminar en nada igual que en el post de la rubia loca. Amaneció, eso sí, después de sudar unos cuantos litros en la pista, las llevé a las dos a sus respectivas casas, después llevé al moro a la de él, donde lo estaba esperando la esposa lista para moronguearlo y me fui a dormir casi a la misma hora que cuando se me perdió el domingo.

Eso sí, quedó la amenaza pendiente de volver a vernos este fin de semana que llega, yo sólo con las dos debido al viaje del moro, así que los mantendré al tanto de mis peripecias a ver si en una de estas en lugar de bailar reguetón me las convenzo de irle a dar una tronadita al catre, imagínense que si estoy de suerte hasta me echo un trío espectacular con dos individuas de impacto. Morbo-psicosis, yeah!!!

NOTA IMPORTANTE PARA MIS LECTORAS:
A todas mis lectoras les ofrezco mis disculpas por semejante post, pero muchá, entiéndanme, estas son de esas experiencias que hay que presumir con los cuates y es mas fácil hacerlo por aquí. Y antes de que me regañen por semejante post machista, déjenme que les cuenta que a modo de castigo, cuando venía de regreso se me estallaron dos llantas del carro, no había grúa disponible y estaba en una zona peligrosa, así que seguí sin importarme terminar de destruirlas. Mañana tendré que resolver lo de las llantas nuevas, pero de momento sigo como hipnotizado, pensando en piel blanca y tela negra, jajajajajaja.