lunes, abril 14, 2008

La teoría del Zapato Viejo.

¿Les ha pasado que necesitan ponerse unos zapatos viejos para sentirse bien? Porque la verdad es que la sensación de ponerse un par de zapatos viejos, sobre todo si han sido cómodos o nuestros favoritos muchas veces es indescriptible. Imaginen un día difícil, cuando todo va en contra nuestra, el trabajo complicado y todo lo que podía salir mal, salió peor. El tráfico es insoportable, la gente grita, pelea, todos van tensos, hace calor, todo es irritante. Líos y más líos. Al fin llegan a casa, se arrancan el traje, la corbata, tiran lo mas lejos posible los malditos zapatos institucionales como le llamo yo a los zapatos para ir a trabajar, respiran un par de minutos y luego se ponen el par de zapatos mas cómodo que tengan, viejos por supuesto. Que sensación más especial, única, reconfortante.

Ese alivio que sienten nuestros pies se va haciendo extensivo a todo el cuerpo, incluso al alma. Es una sensación que trae a nuestra mente tranquilidad, familiaridad, calor de hogar, pertenencia, amistad, relajación, autenticidad. Es ese par de zapatos viejos que ya ni siquiera recordamos cuando compramos, pero que siempre han estado allí.

Pues esa sería una explicación literal de la teoría del zapato viejo, pero un día de estos que no tenía mucho que hacer estaba divagando sobre como la vida da tantas vueltas, las circunstancias cambian tanto que a veces necesitamos aplicar la teoría del zapato viejo a otros campos de nuestro existir. Me explico.

Por ejemplo, a veces empezamos a relacionarnos con tantas personas diferentes y muchas veces falsas, vacías, que llega un momento en el que decimos basta. A veces en el trabajo, en la universidad, amigos de los amigos, amigas de la novia, etc. Gente con aire en la cabeza, que no aporta ningún sentido real, que da lo mismo si están o no. Pues allí necesitamos la teoría del zapato viejo. Volver a nuestras raíces, a nuestra gente. A nuestros amigos, a los de verdad, a los auténticos. A la gente que nos hace ser mejores personas, y dejar de lado toda la vacuidad e idiotez de los otros. De nuevo la sensación de pertenencia, de confort, de confianza, de familiaridad, se hace presente. Así los amigos de verdad, con sus deformaciones y defectos, igual que los zapatos viejos, nos complementan y nos hacen bien.

¿Qué opinan de la teoría del zapato viejo? ¿Será que me terminé de volver loco?

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola?, fijate que yo no había caído en la cuenta de que aplicaba dicha teoría. Talvez recordarás los famosos sperry top sider, pues tuve como 4 pares, puesto que habían unos colores bien chileros, pero poco a poco los fui desechando hasta que los últimos - que hasta la fecha están conmigo - son como las "chancletas de casa" ala, que buenos recuerdos con esos zapatos y cabal como decís... no tenes idea de como me reconfortan aunque ya estén hechos lata. jaja Y acerca de tu párrafo final, hay algo que siempre trato de buscar de una persona; su autenticidad, mas no su "originalidad". Aunque se oiga similiar, en alguna oportunidad descubrí que no es lo mismo. Saludos man!

SCD dijo...

Nel, para nada estás loco. Es muy cierto lo que decis, alli tambien se puede aplicar el dicho de: "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" porque muchas veces no apreciamos a ese circulo familiar o de amistad que tenemos y buscamos otro y alli es cuando nos damos cuenta que lo que teniamos era mucho mejor, y es tan valioso que casi siempre nos dejan regresar a el.

Orale Andy, muy buena la teoría del Zapato Viejo.

Saludos!!!!

Anónimo dijo...

Loco??? De toda la vida! Pero muy sabio e inteligente mi querido hermanito... sin lugar a dudas, es tan reconfortante (Máxime para las mujeres por los tacones altos) el regresar a la casa y acomodarse tus chanclas favoritas... en mi caso, son un par de pantuflas, que inicialmente tenían la cabezita de una vaca arriba y ahora una de ellas, ya solo es la esponjita de arriba, porque nuestro adorado Lennon primero se comió las vaquitas y no contento con eso, se comió todo el peluche de arriba de una! Pero igual así, son mis consentidas y por lo visto, las del Lennon también para seguirselas comiendo... Jajaja... haber cuanto tiempo me duran enteras!

Y la teoría aplicaba a la vida diaria, siempre que nos tropezamos con algo, seguro encontramos seguridad y apoyo en todas las personas "viejas" de nuestra vida, y no viejitas por edad, sino porque siempre han estado contigo.

Y no solo personas... yo también encuentro buenos ánimos al sacar a nuestro "amigo de la infancia" de la almohada y olerlo hasta que ya no me quepa aire en los pulmones!!! Tú sabes a quien me refiero! Jajaja Qué deliss!

Bueno manito... abrazos y aacordate que aquí tenés un montón de zapatos viejos! Jajaja

Tu manita

Anónimo dijo...

Pues igual que dicen por alli, loco si estás vos... pero en este mundo si no estás un poco loco, creo que no hay manera de sobrevivir :P
Muy buena la teoría, la verdad es que no supe por donde iba el rollo hasta que llegué al último párrafo, y la verdad es que estás harto de razón, jeje.
En el caso de los exiliados voluntarios como vos y como yo, jejeje, ese regresar a los zapatos viejos aplica tambien regresando a Guate, no? Tener un poco de tu gente, convivir con amigos, familia que no has visto, etc... te da el confort que hablas y que tan bien que se siente.
Además de eso, tambien se tiene que mencionar a esos amigos verdaderos que aunque hayan pasado años, te reciben como si no hubiera pasado nunca nada! y hablan como si se hubieran visto ayer, ese tipo de 'zapatos' valen mucho la pena! :P
Aunque bueno, tambien creo que hay que tener un poco de cuidado con los zapatos a los que volvemos, porque podemos regresar a zapatos que nos daban algun tipo de confort, pero era un confort falso, puede ser una "seguridad" falsa y que uno se aferre a ellos... creo que tambien a veces hay que reconocer esos zapatos, dejarlos ir y tener otros, para que esos no estorben.

esnecesariohabervivido dijo...

la ultima foto que puse en mi blog es de mis zapatos viejos favoritos! mis chapulines!! ponerme mis zapatos viejos es una forma de resistirme a entrar al sistema de tacones, maquillaje, falditas y buen vestir.... snif snif

Anónimo dijo...

Muy buena la teoría, comparto lo que dice Pacuneitor también. Creo que buena parte de ello es porque con el tiempo se va acomodando a tu pie y vos a el y por ello encontrás esa comodidad. Pero también hay que dejarlos descansar de vez en cuando porque un día se cansa, revienta y te deja en clavo en plena calle jejeje.

Saludos

Anónimo dijo...

Muy bueno el concepto. Al final no se a quien le guste que le digan "zapato viejo" pero si que hay personas que cumplen muy bien ese trabajo. Que bueno que existan y mejor aun, ojala existan personas que nos consideren eso en sus vidas, eso le agregaria sentido a la propia.

Saludos

Marco dijo...

Para nada estas loco vos, todo esto que comentas en el post es muy cierto. No hay nada como un zapato viejo con el que se ha recorrido muchas distancias y que han estado ahi en momentos importantes de nuestras vidas.

Saludos.

El Chamuco

Pirata Cojo dijo...

Excelente analogía mi estimadísimo, comparto muchísimo lo de la vacuidad de mucha gente.

No estás loco, sólo drogado.

Pirata Cojo dijo...

Y me recordaste a la Gloria Trevi, ¡mamaíta!, dijera don Abdón