Indiscutiblemente todos tenemos algún vicio. La gran mayoría son físicos, los menos pero mas peligrosos son mentales. Algunos son inocuos, otros muchos son muy destructivos. Algunos son cíclicos, otros son permanentes. Sean como sean están ahí y de una u otra forman nos someten, nos dominan. Algunos son conocidos y otros los mantenemos en secreto. Pero siempre están ahí.
Los más fáciles de detectar y hasta cierto punto de tratar son los vicios físicos. Hay quienes beben, hay quienes fuman, hay quienes se drogan, hay quienes apuestan, hay quienes corren, hay quienes comen, y un inmenso etc. Muchos de estos son costumbres hasta que se salen de control, y pasan a verse como un vicio. La sociedad los margina y los juzga. Sin embargo, no es de este tipo de vicios de los que trata este post.
A mi manera de ver, los vicios mas peligrosos son los mentales. Esos vicios que están en lo mas profundo de nuestra mente y hacen que sucumbamos a una fuerza auto destructora incontrolable e irracional. El campo de la mente es infinito y esa también es parte grave en estos vicios. Hagan un examen de conciencia y verán que alguno hay aunque insistamos en no verlos. En este caso la dependencia no va hacia una cierta sustancia, sino al poder de nuestra mente, un poder que no podemos, en principio, dominar.
¿A qué viene todo esto? Pues básicamente a que no hace mucho me senté en un pedazo de hielo y con la absoluta frialdad del caso acepté el mas grande y peligroso de mis vicios mentales. Uno muy ligado a la imaginación, esa maquina de construir mundos virtuales y paralelos inagotable, esa generadora de ilusiones utópicas y absolutamente irreales.
Originalmente el Ruletero fue una vía de comunicación y alguna forma de terapia. Hoy mas que nunca asume su papel de terapia. No es nada grave, no hay de que preocuparse, pero es algo que hay que combatir y dominar.
A día de hoy llevo mes y medio, día mas día menos, en pleno proceso de desintoxicación mental. Ha sido una batalla dura para ir reduciendo mis demonios internos y lograr encadenarlos de nuevo, encerrarlos y mantenerlos bajo el yugo de un auto control volátil y aun endeble, pero que a cada momento se fortalece. Mi mente me llevó a construir un mundo de ficción mientras me convencía de que era completamente posible y a cada momento crecía mi dependencia a creer en ese convencimiento, desplazando a un plano secundario todo lo demás. Me convenció que pasaría, que sería real. Mi mente me convenció de que al fin encarrilaría mi vida en el único renglón en que ha sido imposible encarrilarla. Mi mente me convenció de que al fin ella estaría a mi lado, de que al fin llenaría ese vacío en mi existencia, de que al fin podría amarla. Desafortunadamente solo fue una mala jugada de mi mente.
Es por eso que inicié ese proceso de desintoxicación mental, emocional y sobre todo personal. Me ha costado Dios y ayuda ir controlando semejante vicio. A lo largo de estos días pasados he tenido una y mil oportunidades de caer de nuevo en la tentación, de sucumbir en la auto complacencia y echar por la borda lo avanzado hasta ahora. Pero con mucho de esfuerzo y un poco de esperanza las he ido desechando una a una, paso a paso. No se puede llegar al final de la escalera sin pasar por cada uno de los escalones.
Así como el pobre desgraciado que pasa por una desintoxicación física sufre lo indecible, yo también me las he visto a palitos estos días a un nivel mental y emocional. Así como el pobre desgraciado fármaco-dependiente sufre nauseas, mareos y hasta calambres cuando le quitan la fuente de su dependencia, yo también estoy teniendo calambres en el alma, que grita en silencio pidiendo una dosis mas que calme su ansiedad. Pero la luz empieza a verse, los calambres en el alma cada vez son más débiles y esporádicos. Ya desaparecerán del todo.
La ventaja es que al ser absolutamente mi culpa, queda absolutamente en mis manos la solución, y luego de ir cambiando patrones de conducta, modificando un poco la rutina, y en definitiva haciendo esos pequeños ajustes de timón en esta nave que llamamos vida, la cosa va mejorando. Y...¿Sus vicios muchá?
Salud!!!!.