jueves, agosto 17, 2006

Aaahhh…pero eso sí...

La historia del “Aaahhh pero eso sí” es casi una leyenda urbana que con los años ha ido formando parte de nuestra tradición oral guatemalteca, tan rica en anécdotas. Incluye de todos los ingredientes, sexo, autoestima, posesiones demoníacas, pornografía, inmadurez. Todo un coctel de emociones. Ocurrió allá por el año 97, aunque la fecha exacta se ha perdido con el paso del tiempo. Aparece aquí hoy porque lo ofrecí hace algún tiempo, además, conozco directamente a los involucrados, que son amigos míos, y si van a pasar un rato avergonzados y nosotros riéndonos de ellos pues me alegra colaborar en eso.

Se las dejo tal y como me la enviaron, para que no haya ninguna desviación en el rigor histórico, solo hago la anotación de que en paréntesis y con letra cursiva están mis comentarios.

Aaahh…pero eso sí. (Narrada por Christian)

Era una tarde soleada, calurosa, nuestro ímpetu de jóvenes desbordaba (esto sonó hueco, hueco), la emoción de la música corría por nuestras venas, nuestro grupo lo conformaban mas integrantes (no recuerdo sinceramente)(además de los presentes,el oliver, ludwin y el hermano de ludwing) pero esa tarde en la casa de Julio solo nos habíamos juntado para ensayar tres, Julio como anfitrión, el chamuco (Vinicio) y yo (Christian).

Quisimos, intentamos, mas nuestros ingenuos y toscos por no decir inútiles esfuerzos por interpretar algo eran obstaculizados por el poco conocimiento del arte. (Hasta nombre tenía el grupo, Palabras Mágicas le decían).

La plática se extendió y para variar, Julio quiso hacer gala de los actos que tanto había querido copiarle a Oliver, era su 'mijo' decía Oliver. Julio contaba con gran ilusión que había visitado a unas sexoservidoras (putas) y que había dejado de ser casto, o simplemente que con todo gusto una doña del lugar lo había violado.

Surgió entonces el nerviosismo, las obvias preguntas desbordaban:

¿Y vos ya Christian? (Julio preguntando si Christian ya había echado un palito)

¿Qué hacer? me preguntaba, contesté: "No, yo soy virgensito" (pudoroso el Christian) dije sobriamente mientras él se creía superman y esbozaba una risa burlona con dentadura de frijol pues casi no se lavaba los dientes. El interrogatorio seguía:

¿ Y vos chamuco? (La misma intención de la pregunta a Christian)

Vi las heridas aun cortantes de sus recuerdos en sus ojos, se adelantó y contestó: "No, yo tampoco". No se ni como ni de donde pero yo recuerdo verle la expresión del jefe malo de los gremlins, aquel que quería matar a Gizmo, transpirado sobre su cara y diciendo:

"aaahhh, pero eso sí… me echo unas pajas que jaaa!!" sin titubear y como con la vista perdida en visones de revistas leídas. (Eso pasa por responder lo que no preguntan, con un “no” bastaba)

Para cuando recobre el sentido aun corrían lagrimas de risa sobre mis mejías, estaba en otro lugar de la casa y al volver a verlo veía como su ingenuidad e inocencia habían regresado a aquel rostro que contemplaba las revistas playboy que el hermano de Julio tenia. Así nació la historia. (Y no la vamos a dejar morir, porque de esto nos reiremos el resto de nuestras vidas, es mas, esperando estamos a que los hijos del Chamuco tengan edad suficiente para contarles semejante historia de su papá)

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Bueno, aquí les dejo el relato mis dilectos amigos, yo se que parece un cuento salido de la dimensión desconocida pero es la mas pura verdad, esto ocurrió, son personas reales y que probablemente mas de alguno de ustedes conozca, es mas, si me mandan un email les puedo dar los nombres completos de los involucrados por si encima es alguien que creen que conocen pero no están seguros, jajaja.. Aunque ustedes no lo crean, y como decía el de “la calle donde tu vives”…Como me lo contaron se los cuento.

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